Ahora que ya comenzaron oficialmente las campañas políticas intermedias, los ciudadanos volveremos a escuchar las mismas promesas de siempre; como la creación de un millón de empleos al año, la eliminación de la tenencia vehicular, bajar la tasa hacendaria del ISR, orientar el gasto público para quien más lo necesita, programas de apoyos para medianas y pequeñas empresas, prometer una supuesta austeridad del gasto erogado del Poder Ejecutivo, que no se privatizará PEMEX ni la CFE, y un sin número de propuestas populistas y demagógicas.

Pues parece que ahora no sólo es el turno de los políticos y su grupo de tecnócratas educados en el extranjero, quienes hacen campaña abierta mediante mensajes al puro estilo demagógico que suelen hacer los organismos representantes de los intereses capitalistas draconianos.

Resulta que la organización usurera como suele ser el Fondo Monetario Internacional, comienza a divulgar en España por medio del diario El País, que la reforma energética reducirá en un 13% el costo de la luz en México.

Analizando las versiones y hasta ?sugerencias? que nos dicta el FMI desde hace más de 30 años en todo tipo de decisión política y económica que se hace en México, argumenta que gracias a la ?privatización?, el país tendrá esperanzas de repuntar su economía, cito el artículo: ?las esperanzas de que la economía mexicana repunte están puestas en su reforma energética?.

Precisemos lo anterior. Basta recordar que desde Miguel de la Madrid y hasta la fecha, se han venido instaurando al pie de la letra los preceptos del Consenso de Washington, mismos que replica y avala el FMI, y que en sus diez puntos, en el octavo nos dice sobre la privatización de las empresas estatales. En México los oligarcas amparados por los políticos mafiosos y sus tecnócratas, han hecho del octavo punto un desmantelamiento de las empresas públicas, para regalarlas a un grupo de amigos, que éstos a su vez las han llevado a la quiebra, y el Estado las ha rescatado con dinero de nuestros impuestos, para después venderlas a capitales extranjeros, y obtener jugosas ganancias por su venta, para a su vez, vivir bajo los intereses de capitanes golondrinos disfrazados de bondadosos inversionistas que buscan el desarrollo de los pueblos.

Después de resumir lo anterior, es inexorable hacer la siguiente pregunta, ¿y dónde carajos está el beneficio de las privatizaciones públicas que tanto pregona el usurero del Fondo Monetario Internacional?

¿Recuerdan la privatización de la banca mexicana? Se nos dijo que con la apertura vendrían las inversiones, con ello la competencia, y finalmente se verían los beneficios por la doctrina económica ?más que una ley natural- de la oferta y demanda. Los resultados de hace veinticinco años de privatizar la banca, nulos beneficios se han visto, al grado de que hace más de un año se tuvo que gestar una ?reforma financiera? para que supuestamente se generen las condiciones de competencia con la promesa de bajar las tasas de intereses, tener una mayor accesibilidad a créditos, apoyo a PyMES, y una disminución a prácticas leoninas por parte de los banqueros. ¿No se suponía que con la privatización de la banca, todo lo contenido en la reforma financiera se iban a dar en automático dichos beneficios? Ya vemos reiteradamente que no es así.

Expuesto lo anterior, cito nuevamente al FMI: ?La reforma energética, aprobada en 2013, además de abrir el negocio de la energía a la inversión privada, también ha planteado nuevos diseños para su producción, algunos con energías más limpias?. Nuevamente los dogmas, es decir, las doctrinas económicas draconianas hacen su aparición. En el entendido que ?reformar? según la Real Academia Española, en su primera acepción dice: volver a formar, rehacer; en su segundo significado dice: modificar algo, por lo general con la intención de mejorarlo.

Nuevamente el tema no se trata únicamente de mejorar, volver a formar o rehacer, pues los intereses geopolíticos son altísimos, y para los ingenuos e ignaros, resumirán que es mejor haber privatizado el control y la renta de los energéticos, que seguir viviendo y padeciendo el control en manos del Estado y con una restricción económica por parte del gobierno. Barbaridades de las que Dios nos libre.

Si de mejorar se tratara, el haber modificado los artículos 27 y 28 de nuestra Carta Magna, se tendría que haber fortalecido el control y dominio de los recursos energéticos, naturales y minerales que son estratégicos para el desarrollo de una nación por encima de todo particular, haciendo hincapié en el respeto al Estado de Derecho que tiene un país sobre sus propios recursos energéticos, minerales y naturales. Permitiendo de esta manera, el ingreso de competencia nacional o extranjera en condiciones igualitarias mediante un Estado rector y vigía ante prácticas leoninas en detrimento de los intereses sociales y de la propia nación.

Es supremo e irrestricto fortalecer la educación del pueblo mexicano, ante la teleeducadora de Televisa y Tv Azteca. Ya bien lo dice el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, que para lograr el mejor y mayor desarrollo de los países subdesarrollados ?como México- es sumamente importante invertir en educación, la realidad que para los oligarcas, así como en el porfiriato, es mucho más rentable mantener ignorante y hambriento al pueblo, pues así será siempre mucho más fácil manipularlo y suprimirlo a los intereses hacendarios modernos.

El Apunte

Cito nuevamente al doctor Paul Krugman: ?Las reformas estructurales hechas en México no serán milagrosas, tomarán una década ?si Dios lo quiere (mi autoría)- en dar resultados, y están acotadas únicamente a dar crecimiento económico; no servirán para terminar con la desigualdad y la pobreza?.