Se acabó la euro y con ella este verano lo cual nos deja una cruda emocional muy dura. Será complicado el viernes volver a la liga después de vibrar junto con Chile y Portugal justos ganadores con un común denominador que es la humildad de cada uno de sus jugadores después de soñar junto con Islandia y Gales, que asombraron al mundo por su forma de vivir este deporte, también después de haber sufrido junto con Lionel Messi y la selección francesa y vivir el fin de una era junto con España.

¿Qué nos deja este verano?

Nos deja a dos potencias emergentes como grandes ganadoras, la confirmación de que Messi y Cristiano Ronaldo son los mejores de este planeta y que ese debate de quién es mejor queda de lado viendo su sentido de la competencia y su cátedra al profesionalismo que será su legado al deporte, nos deja que esa idea romántica del futbol bonito, técnico y con cadencia está en peligro de extinción, todo indica a ver una era donde lo físico-atlético se impone ante el trato del balón y para muestra hay que revisar la posesión de los actuales campeones, nos tiene que quitar ese juicio negativo que muchas veces nos hace demeritar el juego defensivo y ordenado.

También nos queda la conclusión del atraso futbolístico a nivel de selecciones como la selección inglesa que cada competición es lo mismo desde el 66, también la selección mexicana que esa humillación 7-0 es un claro ejemplo de que se estancó y más cuando al final del día los campeones estaban al nivel, la decepción de Brasil y Uruguay que fueron una vergüenza otra decepción como la de la selección de Bélgica que no da el estirón y que está más cerca de ser Holanda de los 90s que ser campeona, nos queda también muy claro que el cambio generacional de Italia es esperanzador así como el de los alemanes.

En fin, ese sentimiento de hoy lunes es como entrar a la escuela después de un verano redondo, ahí viene la liga y en 1 mes vienen las olimpiadas de Río, no todo está mal.