Renació de las cenizas el clásico del futbol mexicano, intensidad, polémica arbitral y buen futbol fue lo que se vivió ayer en el estadio de Chivas, donde el partido fue claro en un concepto, los de rojo y blanco salieron a proponer un partido abierto, ofensivo y los de amarillo se dedicaron a contener, tirar pelotazos ,resolver el partido con una genialidad de sus individualidades todo esto ante un claro desequilibrio arbitral, pero eso quedará como anécdota lo de los goles anulados y la expulsión rigorista a el jugador de chivas.

Los casi 100 minutos de clásico mostró  a un aguerrido equipo de Chivas que simplemente no le alcanzó, le falta calidad en cada línea del equipo y para muestra la incapacidad para convertir goles, saludos a Omar Bravo que ya debería pensar en el retiro cosa que le sobra al América que aunque jugó basura tiene calidad en sus individualidades y al final del día eso fue la diferencia, el club deportivo Guadalajara puso el futbol sintió la camiseta pero no le alcanzó, no hay derrotas heroicas y los números hablan por sí solos, fue un digno y gran clásico.

 

Aplanadora

Para destacar lo de Monterrey que si bien no es constante los 90 minutos  cuando  se proponen a jugar, lucen como una aplanadora, el sábado frente a Monarcas  en un lapso de 20 minutos lucieron como una aplanadora  y la tabla así lo dice , el equipo está prácticamente calificado y cada día se nota el trabajo de Antonio Mohamed contrario a la actualidad de Tigres que tal parece que su curva ascendente se está convirtiendo en descendente, se ve un equipo algo deprimido , no se están complementando los jugadores que han tenido que entrar al quite por tantas lesiones, aun así el Tuca tiene tiempo para levantarlos y en eso se atraviesa la CONCACHAMPIONS. ¿Se prenden los focos amarillos?

Mala jornada

A excepción del clásico fue una jornada aburridísima, empates partidos malísimos equipos como el Pachuca  que se caen , un Azul impreciso y  lo más destacado del Jaguares vs Xolos fue la bronca entre maestro y alumno,  por no respetar las cábalas de Lavolpe.