En 1938 el tata Cárdenas decidió expropiar todo lo relacionado con el petróleo que era controlado por empresas extranjeras, para que el gobierno de México tuviera el monopolio petrolero en el país, para tal efecto pidió al pueblo bueno y sabio su apoyo y la gente se desbordó a las calles en su apoyo, gallinas, puercos, marranos, ahorritos, fueron depositados en las instalaciones del gobierno para apoyar al presidente de la República, para el pago de las indemnizaciones a las empresas extranjeras por el costo de la expropiación. El presidente Cárdenas logró convencer al pueblo de que era para el desarrollo y crecimiento de la soberanía del país y sí, así fue.

Ahora el presidente López pretende hacer algo parecido, pero no por el crecimiento del país y menos por su soberanía, pretende enajenar de forma ilegal un bien de la nación a costa del pueblo bueno y sabio, para que vuelva a pagar ese bien que el pueblo ha venido pagando. La venta o rifa de ese bien no le va a generar mayor beneficio al país, que los perjuicios que ya le provocó. Convoca al pueblo a comprarle 6 millones de cachitos de lotería, debido a que el avión que quería vender no se pudo vender y es que no se puede vender porque la gente seria, no compra bajo contratos de buena fe, compra bajo un esquema regular de compra venta.

El avión es una adquisición en tiempos de Calderón bajo el esquema de arrendamiento financiero, es un esquema de pago en cómodas mensualidades, pero este tipo de esquemas sancionan los pagos por adelantado o la liquidación del bien anticipadamente, esto debido a que el beneficio otorgado en el contrato inicial se dan por el esquema mismo y no por las ocurrencias en la vigencia del contrato, la factura del bien se entrega al cumplimiento del plazo contratado solo siempre y cuando se hayan cubierto el pago de todas las mensualidades.

La venta del avión es una ocurrencia porque cualquier interesado revisará la documentación correspondiente, imagínese que le ofrecen un vehículo en venta y usted pide los papeles para revisarlo, para verificar el número de serie, las placas, para verificarlo en la extinta policía federal, independientemente del buen funcionamiento y usted acepta y pide los documentos originales, pero le dicen bueno te lo vendo pero luego te entrego la factura, usted pregunta, ¿quién tiene la factura?, el banco, y ¿pregunta cuándo me la entrega?, en cinco años, ¿usted compraría ese auto que no sería suyo, que tampoco es de quien se lo está vendiendo? Pues así este asunto del avión presidencial.

Por lo mismo han decidido rifar el avión, pero no rifarlo, sino entregar dinero en efectivo a 100 ganadores, ok suponiendo sin conceder que se hacen las modificaciones legales en las leyes correspondientes para que la lotería nacional (LOTENAL), pueda llevar a cabo el sorteo de la rifa del avión que no entrega el avión, pretenden vender 6 millones de cachitos.

El sorteo gordo de navidad de la LOTENAL se lleva a cabo entre 80 mil números, es decir hay una posibilidad de ganar entre 80 mil números, por 20 cachitos cada número por cuatro series da un total de 6.4 millones de cachitos, solo que el precio de cada cachito es de 120 c/u contra los 500 pesos que costará cada cachito de la rifa del “avión”.

Muy lejos está el presidente López de ser ese tata Cárdenas de envolver a todo el pueblo y sabio en la noble causa de la doble venta del avión, no es lo mismo que lo defiendan en redes sociales, a que vayan al palacio nacional a llevar sus gallinas, cerdos, vacas, caballos para atender las necesidades de la nación. El avión es una apuesta que se salió de control. El presidente López no ha triunfado en ninguna de sus ocurrencias, ¿qué le hace pensar que en esta ocurrencia sí lo va a lograr? El perfil de los seguidores del presidente López es gente que está esperando que le den, gente acostumbrada a recibir regalitos en campaña incluso algún dinerito de apoyo, fuera de campaña espera que le den más apoyos, más dinerito y esa es la política social del presidente López.

Es muy iluso pensar que la gente va correr a entregar 500 pesos cuando en el mejor de los casos está esperanzada en lograr uno de los 2,104 premios en efectivo; o de menos uno de los 16196 reintegros por cada serie, que en el premio gordo de la lotería nacional otorgan, pagando solo 120 pesitos.

¿Qué va a pasar si no vende los cachitos suficientes para pagar los premios? ¿Se la van a jugar a que los números premiados no se hayan vendido? ¿Va a cancelar el sorteo antes del 15 de septiembre? ¿Va a presionar a todos los 4T a que compren un cachito? Digo el presidente ya repartió virtualmente la venta de tres aviones y no ha podido vender ni uno solo.

Hay un antiguo dicho muy popular de una composición del compositor Salvador Flores Rivera, ayer utilizado por Verónica Malo Guzmán: “A qué le tiras cuando sueñas … presidente López”

Don Julio, hablemos de política

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