El ?levantamiento? de la mesa de siete partidos, en la pasada sesión del Consejo General del INE, se justificó en una supuesta ?falta de equidad? por parte de un bloque de consejeros que habían ganado una votación específica, seis vs. cinco, para postergar por una semana la discusión y aprobación de dos acuerdos relativos a la imparcialidad de servidores públicos y al funcionamiento de los programas sociales durante el proceso electoral.

El desaguisado se da en un contexto de diferencias y reclamos de dos asuntos. Por un lado, la pretensión expresa de los partidos opositores al gobierno de destituir a Alfredo Cristalinas, actual encargado del despacho de la Unidad de Fiscalización del INE, y por el otro, de ejercer presión sobre la Comisión de Quejas y Denuncias en relación con diversos procedimientos en contra del Partido Verde.

La intención política de los ?rebeldes? es clara. Se induce el concepto de ?crisis? en el funcionamiento del INE, con la idea de ?apretar? a los consejeros con voto, para obtener resultados favorables a sus intereses particulares. La estrategia mediática, que ha acompañado a ese propósito, pretende generar la imagen pública de que el órgano electoral se encuentra al punto del colapso y que aquellos consejeros que no se ?doblan? ante sus pretensiones son automáticamente súbditos de sus rivales políticos. En pocas palabras, quienes no siguen el guión dictado por los siete partidos son parciales e indignos de confianza.

El melodrama que se ha venido construyendo forma parte de viejos trucos utilizados en la herradura de la democracia desde su fundación, hace 25 años. La estratagema de la victimización y la colocación de ?etiquetas? a distintos consejeros se ha puesto nuevamente sobre la mesa, caracterizando la ausencia de siete partidos como el preludio de una elección inequitativa e injusta.

El lance del bloque opositor en el INE nos recuerda una serie de acciones que ya hemos visto en el pasado. Disminuir el margen de maniobra de los consejeros busca mutilar la autonomía en sus decisiones, llegando al extremo de exigir la renuncia de algunos de ellos como requisito indispensable para regresar a la mesa.

El día de hoy, al discutirse los dos asuntos postergados la semana pasada, se probará una vez más el talante democrático de partidos y consejeros en una sesión donde lo responsable sería que se continuara con el trabajo pendiente, permitiendo que los que tienen voto lo ejerzan de manera libre, sin presiones ilegítimas ni chantajes.

Más allá del contenido de los proyectos de discusión, lo que está en juego es la credibilidad del proceso electoral y la defensa de la autonomía de un instituto que no le pertenece a los partidos. Le pertenece a los ciudadanos. Mantener una actitud de boicot a los trabajos del INE sólo acrecentará las diferencias e impedirá que las inquietudes de los ?rebeldes? se procesen en los espacios institucionales diseñados para ese efecto. Es decir, en la mesa del consejo general.

Resulta paradójico que quienes impulsaron, desde la oposición, con tanto ahínco la nueva legislación electoral, ahora la saboteen con tanta vehemencia, contribuyendo así al proceso de desgaste de las instituciones, en momentos donde su participación responsable es cada vez más necesaria.

BALANCE

Tiene razón Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, cuando afirma que la institución ?no puede subordinarse a los intereses de los partidos, pero tampoco ser refractaria a sus planteamientos?. El justo medio para sacar al órgano electoral de la ?crisis inducida? en la que se le ha metido parte necesariamente de un ejercicio abierto de diálogo político que considere todos los puntos de vista sin abdicar ante presiones ilegítimas.

La Constitución dotó al INE de autonomía para que éste contara con un ?escudo? efectivo ante las intentonas por moldear su voluntad o imponer los intereses de los jugadores. Estoy seguro de que este episodio, donde se pretende ?poner de rodillas? al árbitro, será superado por la inteligencia y apego a la ley de los 11 consejeros, quienes no caerán en la trampa de las complacencias en favor de ninguno de los diez partidos que se sientan a la mesa. Como lo ha hecho siempre el INE, saldrá adelante.

                Twitter: @pacoguerreroa65