Lo sucedido en el norteño estado de Sonora sobre la contaminación del Río Sonora, es apenas la punta del iceberg de lo que está en yuxtaposición como consecuencia de la sobreexplotación de los recursos naturales no renovables en México.

 Ante este desastre ambiental de incalculables daños, me queda claro el porqué de la obstinación del panista Guillermo Padrés, gobernador de Sonora, de traer el agua del Valle del Yaqui por medio del acueducto El Novillo y no aprovechar los caudales del Río Sonora para abastecer presas que serían parte de la solución para proveer de agua la capital del estado. 

 En anteriores publicaciones he puesto especial énfasis sobre ?la casualidad y el petróleo?, en referencia a que el crimen organizado en el sexenio de Calderón, se instauró en las zonas que son más ricas sobre todo en gas Shale, como es el caso de la Cuenca de Burgos, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, y Chihuahua. 

 La existencia de los grandes yacimientos de petróleo y gas Shale en territorios dominados por el crimen organizado, echa abajo la retórica de Calderón sus retos y la falsa guerra contra el narco. 

Lo cierto es que EU no ha podido negociar de manera justa, armónica y pacífica la explotación de hidrocarburos en ninguna parte del mundo. Lo suyo es dominar por medio de la guerra, el terror y la violencia, para tener el control total y así consumar el despojo. 

Las fortunas que las transnacionales dejan en manos de ambiciosos políticos, son sólo migajas de la riqueza que nos arrebatan. 

 Es desolador el futuro de un país que ya está siendo objeto de un abusivo e irresponsable saqueo. 

El Fracking, (la extracción de gas Shale por fractura hidráulica) sin duda nos dejará un México sin agua, y la que dejen estará contaminada. Un México, desértico. Un México más sísmico. Un México más pobre. Un México incapaz de producir lo que consume. 

Ningún discurso está por encima de la realidad. Por más millones y millones de pesos que derrochen en una publicidad tendenciosa en favor de la reforma energética no cambiarán el daño ambiental a nuestro querido México. 

Lo cierto es que mientras la globalización y los tratados comerciales sean dictados por los poderosos que están por encima de los gobernantes, los beneficios siempre serán en su favor. 

De tal manera que es difícil concebir la independencia de una nación que deja expuestos a sus ciudadanos, como lo es lamentablemente en nuestro caso. 

 

¿Qué México le estamos dejando a nuestros hijos?