El cuarto Informe de Gobierno del Estado de México que manifestó Eruviel Ávila Villegas se encuentra sobrevalorado, no sé en qué estado viva el señor gobernador, pero yo veo una zona sur y oriente que está en las peores condiciones en materia de seguridad y violencia contra las mujeres.

Parece que su informe habla de un estado del primer mundo, en donde nada pasa y todo es felicidad; todos los mexiqueses se toman de la mano, beben chocolate caliente y asan malvaviscos en una fogata hippie todas las noches.

Seamos serios, por primera vez, la Secretaría de Gobernación declaró hace algún par de meses a 11 municipios del Edomex con alerta de género y que fue confirmado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Es decir, el estado primermundista de Eruviel Ávila desconoce y no ha querido reconocer la escala de violencia en contra de las mujeres en su gobierno. Es cuestión de números, pues tan sólo dos mujeres mueren a la semana tan sólo por el hecho de ser mujeres, y en ocasiones llegan a escalar estas cifras. De ahí, nos pasamos a las desapariciones, pues tan sólo de 2011 al 2012, desaparecieron mil 258 mujeres, de las cuales más de la mitad eran menores de edad, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio. Lo deleznable, que el 70% de los casos quedan impunes, pero eso sí, ya tenemos parques recuperados.

Sí eso pasa en un estado, me imagino que también pasa en nuestro amado país Tolucota. Pues, con una huelga de hambre recién comenzada, los padres de los 43 normalistas desaparecidos se reunirán con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para dialogar y prolongar los reclamos por los hechos sucedidos el 26 de septiembre y parte de la madrugada del 27 del año 2014.

El Gabinete de Comunicación Estratégica informó que la percepción de la gente cree que no pasará nada y que todo seguirá igual como siempre, respondió un 70.4% de las personas encuestadas. Además, que un 74.4% pide que se castiguen los actos vandálicos que se han realizado en las protestas a pesar de que el 58.8% cree que están siendo manipulados por grupos infiltrados para realizar este tipo de desmanes públicos.

Lo que podría destacar, es que no han realizado ningún tipo de juicio contra el ex gobernador Ángel Aguirre; un 66.8% de las personas encuestadas por el GCE afirma que tiene mucha responsabilidad, yo diría demasiada, y un 92% dice que debería de ser investigado.

Lo que me deja consternado, es el desequilibrio de la fe al Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck, Austria, a pesar de que fue escogida a petición de los padres de los 43 normalistas y del Equipo Argentino de Antropología Forense, para elabora los análisis. Aquí, la gente se divide; 39.9% cree en los resultados y 32.2% discrepa que hayan identificado los restos de otro de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.

A pesar de todo y que no llevan ni un mes en su gestión, nuestros queridos diputados de la Cámara baja ya se arreglaron para? viajar a otros países, ya ven como son esas agendas. Cosa que no sucede lo mismo con la de senadores, pues ninguna de las fuerzas políticas del país quiere rescatar del naufragio los acuerdos para la investigación y postura para el caso Ayotzinapa.

Pero ni los que se hacen de la vista gorda se salvan, pues ya advirtió Morena, mediante su diputada Rocío Nahle que nuestro querido Andrés Manuel López Obrador ya se deslindó y que no salpiquen. ¿Tendrá algo de responsabilidad o por qué el silencio y evasión del tema por parte de él?

Bueno, a casi un año de los hechos sólo me queda decir: Fue el Estado.