La frase del ministro encargado de la maquinaria propagandística de Hitler se ha transformado en el eje rector de las dos primeras semanas de campaña, que nos han inundado con frases comunes, ataques predecibles y un número miserable de propuestas que en poco abonan a resolver los problemas que enfrenta nuestra democracia.

Las ?campañas de contraste? o de ?guerra sucia? ocupan el lugar de honor en la propaganda que se transmite por radio y televisión. El PAN, segundo lugar de la contienda, ha decidido utilizar esta modalidad para intentar alcanzar al PRI, partido puntero. El tricolor ha respondido a la campaña blanquiazul, generándose una ?tormenta de lodo?, que obliga al INE a actuar conforme a las disposiciones vigentes en la ley.

Comparto Los 11 principios de la propaganda de Goebbels para tratar de entender por qué nuestro proceso político se ha encaminado en la ruta de la denigración y la calumnia:

BALANCE

Como puede verse, las campañas negras son mecanismos de lucha política que vienen de larga data. En México, la experiencia de 2006 orilló a los partidos a intentar restringir el discurso electoral poniendo diques en la Constitución para ?vacunar? a los electores de las inmundicias de la vida pública.

A pesar de las disposiciones legales, los jugadores insisten en emular las enseñanzas de Goebbels, confiados en que el desprestigio es una herramienta efectiva en las campañas. El problema reside en que la ?guerra sucia? aleja a los electores de las urnas, abriendo la puerta a las clientelas y al voto duro. Aceptando que las estrategias de contraste son ampliamente utilizadas en el mundo, creo que, en un país con tantos problemas, esta manera de hacer política nos da mucho ruido y pocas nueces.

                Twitter: @pacoguerreroa65