Un domingo, si no recuerdo mal, Carmen Aristegui publicó el reportaje sobre la casa de la señora Angélica Rivera. Muy pocos medios mexicanos, ese día, le dieron seguimiento inmediato a la información: Proceso, que en algún acuerdo válido con la periodista de MVS Noticias tuvo el reportaje anticipadamente; La Jornada, con una pequeña, aunque destacada nota; Reforma (El Norte, en Monterrey; Mural, en Guadalajara), que difundió la noticia en sus sitios de internet la tarde del domingo, y más o menos a la hora en que dieron los detalles del reportaje los periódicos del Grupo Reforma, nuestro sitio SDPnoticias lo hizo también.

A mí no me pareció justo lo que dio a conocer la señora Aristegui, y el mismo domingo publiqué un artículo cuestionándola. Pero, rápidamente, otras personas que colaboran en SDPNoticias mandaron textos expresando exactamente lo contrario de lo que yo decía.

A partir de la tarde de ese domingo nosotros dimos a conocer todo lo que Carmen informaba, las reacciones en la prensa internacional, los memes de Twitter (que por cierto siempre son de muy mal gusto), las primeras explicaciones del gobierno. Y dimos espacio a todas las personas que opinaron sobre el tema, independientemente del sentido de sus comentarios.

Otros medios mexicanos no se metieron a la información. Algunos, para no molestar al presidente. Otros, para no contribuir a hacer crecer un reportaje de la competencia.

Casi a diario, durante más de un mes, publiqué columnas defendiendo la integridad de Angélica Rivera. Y casi a diario, durante el mismo periodo, otras personas dijeron aquí exactamente lo contrario.

Sigo pensando que la señora Rivera no ha hecho nada de malo. Otros colaboradores de SDPnoticias siguen cuestionando a la esposa de Enrique Peña Nieto. Algunos articulistas, en este mismo sitio de internet, me han criticado muy fuertemente por dar a conocer mi opinión. 

En ese tiempo Elisa Alanís difundía videocolumnas con nosotros. Muchas veces ella llegaba a la oficina y me contaba los distintos temas que preparaba para sus comentarios. En ocasiones me pedía sugerencias, yo las hacía y ella las tomaba o no. Al día siguiente de la publicación del reportaje de la Casa Blanca, llegó Elisa y me dijo: ?Leí tu columna y no me gustó; estoy ciento por ciento con Carmen Aristegui?.

En su videocomentario manifestó su desacuerdo conmigo con bastante vehemencia. Elisa elogió a Carmen y a mí me dejó en muy malas condiciones. No me ofendió la señora Alanís, que es una mujer educada. Pero lo que dijo de mí provocó que cientos de personas, en los comentarios a la videocolumna, me dijeran ?periodista vendido?, ?chayotero?, ?entregado a Peña? y un montón de cosas todavía peores. De ?puta del periodismo? no me bajaron solo por expresar mi punto de vista.

La gente que quiso hacerlo no solo se expresó en el videocomentario de Elisa. En decenas, cientos de notas y artículos de SDP, sobre todo en mis columnas, los lectores dijeron lo que se les pegó la gana sobre Angélica Rivera, Carmen Aristegui, Enrique Peña Nieto, etcétera.

Todo el 2014, en las estadísticas de ComScore, estuvo SDPnoticias en segundo lugar entre los sitios informativos con más lectores en México. Nuestro mejor mes fue el de la revelación de la Casa Blanca. Nos acercamos muchísimo al primer lugar, El Universal, de Juan Francisco Ealy Ortiz, y casi duplicamos el número de lectores de Milenio, de Pancho González.

Ese mes Milenio se estancó y El Universal creció bastante menos que nosotros porque no tocaron el tema del reportaje de Aristegui, y si lo hicieron fue nada más por cubrir el expediente, es decir, en algunas columnas y particularmente dando a conocer las versiones del gobierno.

SDPnoticias creció vigorosamente porque aquí todo se dio a conocer, absolutamente todo, hasta mis columnas en las que afirmaba que Angélica Rivera había sido linchada por exitosa. Por envidia, sí.

Eso lo dije en algunos programas radiofónicos con Adela Micha, una periodista reconocida que no solo trabaja en Imagen Radio, sino también en Televisa. Varias veces le comenté a Adela que en Televisa habían informado muy poco acerca de la Casa Blanca, y solo después de que el gobierno, con sus comunicados, de alguna manera lo autorizara. Una vergüenza, pues.

Vi en un video a Carmen Aristegui decir que Televisa había dado a conocer la versión de Angélica Rivera sobre un tema que Televisa no había difundido antes. De dar pena, de plano. Pero no solo la televisora de Emilio Azcárraga. Tampoco informaron suficientemente las otras televisoras, casi todas las estaciones de radio, la mayoría de los periódicos.

Con el paso del tiempo, y sobre todo como consecuencia de las ganas que tiene EPN de que se siga debatiendo un asunto que él busca quede perfectamente claro, todos los medios y comentaristas que habían permanecido callados pensaron que se les daba permiso para expresarse, y se soltaron el pelo.

Ahora sí, todos muy criticones. Pero, primero, bien calladitos. Ni siquiera se atrevieron a darle la razón a Angélica Rivera o a cuestionar a Carmen Aristegui por su reportaje, que a mí me sigue pareciendo, por contradictorio que resulte, una maravilla periodística, pero también un trabajo muy injusto ya que perjudica a la única persona que ha llegado a Los Pinos con una fortuna hecha en el sector privado, es decir, la única que puede justificar su patrimonio.

Cuando se conocieron las otras casas, las de EPN y Luis Videgaray, a la jauría mediática ya le habían quitado la mordaza y el griterío ha sido tan fuerte que el análisis serio no ha podido darse.

La vez pasada, en su programa en Imagen Radio, Adela Micha decía que la oposición se había visto muy mal al no haber podido hacer lo que está intentando Peña Nieto, esto es, una comisión o algo por el estilo para investigar las propiedades del presidente de México, su esposa y su secretario de Hacienda.

Tuve que decirle a Adela que si la oposición vale gorro, los medios están peor. Porque en esta historia, a pesar de sus exageraciones y de que no siempre sus opiniones son justas, hay una heroína solitaria, Carmen Aristegui, de la que ojalá aprendan muchos otros periodistas que solo hablaron cuando sintieron que se les daba permiso de hablar.

No solo la oposición debe controlar al gobierno. La prensa también. En este caso, toda la oposición falló y fracasaron casi todos los medios. Aristegui y algunos otros sí cumplieron.

El caso es que algunos de esos periodistas que solo son criticones cuando se les autoriza a serlo, me cuestionan. En pláticas entre ellos o conmigo juegan a ser chistosos diciendo que SDPnoticias pasó de ser el ?Sendero del Peje? al ?Sendero de Peña?. Les respondo que para la próxima ojalá hagan lo que hicimos nosotros, publicar todo, absolutamente todo, hasta columnas como las mías contra la falsa opinión generalizada de que en el tema de las casas hubo conflicto de interés.

Digo, que no chinguen esos medios, editores y periodistas tan calladitos y que solo hablan cuando les dan permiso.

Allá ellos y su moral. Yo seguiré argumentando en contra de la tesis de que hubo conflicto de interés de EPN, la señora Rivera y Videgaray. No veo lo indebido por ningún lado. Me tiene sin cuidado que esa tesis sea popular en las redes sociales y en las redacciones, aunque no tanto entre la gente común y corriente, la mayoría silenciosa.

Otros columnistas en SDPnoticias seguirán opinando exactamente lo contrario de lo que yo pienso. Porque de eso se trata, de expresarnos en libertad sin esperar a recibir la autorización.