La prensa extranjera, que tan crítica había estado con Enrique Peña Nieto, recibió con agrado su mensaje en el que se comprometió a combatir el ?conflicto de interés?, del que todo el mundo habla en México pero que estaba en el limbo jurídico y administrativo.

El más importante diario en lengua española, El País, dijo que el presidente Peña Nieto:

1.- ?Se revolvió contra los escándalos inmobiliarios?.

2.- ?Anunció por sorpresa una amplia batería de medidas anticorrupción?.

3.- Lo hizo ?en una demostración de que aún no ha perdido la cintura política que le permitió asombrar al mundo hace dos años?.

4.- ?Ordenó no sólo una paquete legislativo para evitar los conflictos de interés que tanto le han dañado, sino que se puso él mismo en el ojo del huracán y ordenó que los casos en los que él, su esposa y el secretario de Hacienda se han visto envueltos sean objeto de una investigación pública y supervisada por un panel de expertos nacionales e internacionales?.

5.- Nombró un zar anticorrupción, Virgilio Andrade.

6.- Todo en un discurso ?breve y directo?.

7.- Dio ?un puñetazo sobre la mesa por la corrupción?.

8.- ?Apostó por fijar su propia agenda y lo hizo en un tono poco dado a eufemismos?.

9.- ?Arrancó recordando que México no había avanzado en las dos últimas décadas en la lucha contra la corrupción por lo que ?no había excusa para no tomar acciones???.

10.- ?Insistió en que el fortalecimiento de la legalidad serviría para acabar con las sospechas que han golpeado su gobierno?.

11.- Repasó su propia situación, la de su esposa, Angélica Rivera, y la del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que ?se han visto salpicados por la compra de inmuebles?.

12.- ?Destacó que ni su operación (una adquisición en 2005, al iniciar su mandato como gobernador del Estado de México) ni en la de su mujer afectaron el desempeño imparcial de sus funciones, entre otros motivos, porque ?el presidente ni otorga contratos ni obras ni licencias ni participa en los comités que lo hacen??.

13.- Admitió ?que los señalamientos han generado ?la percepción de que ocurrió algo que nunca ocurrió?, es decir, un conflicto de interés aparente?.

14.- ?Desplegó el arsenal que tenía reservado: nombró al nuevo zar anticorrupción?, enumeró ?una batería de ocho medidas, entre las que destacan la obligación de los funcionarios de entregar una declaración de posibles conflictos de interés, que se actualizará anualmente y que contendrá, entre otros, actividad profesional, participación en empresas y deudas propias o del cónyuge o familiares dependientes?, y se comprometió a que el modelo sea elaborado por la OCDE.

A los gritones de Twitter, que no encontraron otra cosa que criticar del mensaje de Peña Nieto, les dio por jugar con una frase que el presidente pronunció cuando se alejaba del micrófono. Una expresión dirigida me parece que a Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, para suavizar el tono formal del discurso frente a periodistas, #YaSeQueNoAplauden.

El hashtag se convirtió en TT de Twitter. A las 2:30 AM de este miércoles ?me despertó una llamada de la empresa Telcel que ni entendí ni agradezco? tal etiqueta, según Topsy, había sido mencionada 88 mil 261 veces. Por los mismos tuiteros, blogueros y guerrilleros de Starbucks de siempre.

Como casi todos ellos repiten los hashtags muchas veces, estamos hablando del griterío virtual de unas 50 mil personas, cuando mucho. La minoría estridente.

Por su parte, la mayoría silenciosa, la que usa las redes sociales pero se abstiene de participar en campañas ?que no se sorprenda nadie si aparecen pronto #YaSeQueNoAplauden1, #YaSeQueNoAplauden2, #YaSeQueNoAplauden3, etcétera?, esto es, la gente que no se presta al activismo vulgar, los ciudadanos con opinión propia que no se dejan arrastrar por los propagandistas de Twitter, en vez de censurar una frase irrelevante, seguramente ya analizan con seriedad las medidas propuestas por Peña Nieto y, desde luego, seguirán con atención la forma en que haga su trabajo el titular de la Función Pública, Virgilio Caballero.

Esa mayoría silenciosa en su momento, y con razones objetivas, decidirá si aprueba o no lo que hizo este martes el presidente de la República.

Por cierto, lo anunciado por Peña Nieto no obedeció a la necesidad de calmar a la opinión pública ?actuó cuando el tema de las casas empezaba a quedar en el olvido?, sino que respondió a un elemental sentido de la responsabilidad.

Un político cínico, ya superada la crisis, habría aprovechado el hecho de que no se hablaba del tema de las casas ?todo pasa, todo se pierde en la falta de memoria que caracteriza a las sociedades complejas?, de tal modo de sacar una ventaja para mejorar su imagen enfatizando otros asuntos.

Pero a Peña Nieto el cinismo no le queda, o no en lo que afecta su imagen de hombre íntegro. Rechaza lo que se dijo de él, de su esposa y de su secretario de Hacienda, y hará todo lo que pueda, independientemente del costo político a pagar, para que no quede duda acerca de su probidad.

Ya se verá si Peña Nieto logra su propósito, o no. Dependerá del trabajo del señor Andrade y de la calidad, pluralidad e independencia del panel que se integre para supervisar las investigaciones sobre el propio Peña Nieto, Angélica Rivera y Videgaray.

Por lo pronto, porque no encontraron nada más que cuestionar, los milicianos de Twitter han apoyado a EPN jugando con el #YaSeQueNoAplauden, un hashtag que tristemente no fue diseñado para debatir, sino para insultar y calumniar. La cultura del odio no les permite actuar con serenidad y reflexivamente.