Somos un país de perezosos mentales. Es más, de auténticos acojonados al pensamiento. Queremos fórmulas sencillas: quién es el bueno, quién es el malo. Por eso no creo que exista un estricto correlato entre el voto y la lógica. Cuando me dicen que los políticos son unos chorizos yo digo, bueno, y los votantes que los vuelven a votar son otros. Ningún político se atreve a decirle a su pueblo lo que yo digo: vosotros tenéis que criticarme pero yo a vosotros también. El pueblo también se equivoca y hay que decírselo, porque esa es la manera de ser iguales. ?Julio Anguita, político español.

Si a algo había que prestarle atención esta última semana fue un evento tan hilarante como trágico. Así como menciono, hilarante y trágico, porque algunos no creíamos que existiera algo más hilarante y trágico que un mazapán que se desbarata antes de sacarlo de su empaque pero resulta que sí existe y, es un partido político que se desbarata antes de su primer contienda electoral; se desbarata, se desmorona, se despedaza y se llama Morena. Y discúlpeme querido lector si lo que escribo le disgusta pero no hay nada más irónico que un partido que quiere salvar a México y no puede ni salvarse a sí mismo.

Lo que mal comienza mal acaba y es que así nació Morena, un partido sostenido en la esperanza de miles de mexicanos pero que se engendró como un partido de cuates. En el ya distante 2012, Morena nació con los hermanos de AMLO, Pío y Ramiro encabezando Morena Chiapas, su sobrina Helena como tesorera de Morena Campeche y, su hijo Andrés liderando Morena Tabasco. Así también los amigos del peje impusieron, a cónyuges y familiares en puestos de dirigencia de dicho partido, como muestra un botón, Luisa María Alcalde, hija de la ex contralora general del GDF cuando AMLO gobernó como coordinadora en Durango. Lo mismo se replicó en otros estados, donde quienes fueron nombrados líderes se rodearon de compadres y comadres.

El pez por su boca muere y vaya que el tabasqueño tiene una boca grande pues desde la creación de Morena a la fecha no se ha cansado de despotricar contra el PRI, contra el gobierno y contra cualquiera que no comulgue con sus ideas. Ha querido hacer creer que su principal enemigo es Salinas; sin embargo, a pesar de sus decires, pareciera más un admirador suyo pues adoptó a todos los amiguitos de Salinas cuando este tuvo que emigrar del país. Es por eso que en el 2005 el subcomandante Marcos criticaba a la política de AMLO de ser un salinismo sin Salinas. Pues éste se rodeó de salinistas reconocidos como Elena Poniatowska, Marcelo Ebrad, Manuel Camacho, Carlos Imaz, Ricardo Monreal entre otros.

Así pues, los turbios comienzos de Morena han sido el lastre y un explosivo que arrastra ese partido de atrás tiempo. Pero ese explosivo detonó apenas hace unas semanas cuando la esperanza de la gente se fue por la cloaca al encontrarse con un Morena más dictatorial, impositivo y con esas viejas prácticas políticas que Obrador critica pero aplica. Se efectuó una franca traición a su militancia -al dejar de lado aquellos ciudadanos que de verdad vieron en Morena la esperanza- por revivir a políticos quemados del PRI y PRD. Y así como en la rebelión de las ratas Morena se volvió refugio de ex priístas y ex perredistas mañosos que huyeron cuando se les negó el poder pero Morena les entregó a bocajarro, dejando en segundo término a su militancia.

La declive comenzó desde que Morena se transformó en partido político, pero se agudizó hace apenas unas semanas. Y es que cuando vez volar los buitres es porque abajo hay algo pudriéndose y; así los buitres fueron cayendo en picada sobre Morena para carroñar alguna candidatura. Llegaron ex priístas, ex perredistas, ex petistas, ex movimentistas, luchadores sociales, desestabilizadores, líderes sindicales, radicales y todo aquel que alguna vez le mentó su madre al Presidente de la República, al gobernador de su estado o a su presidente municipal, eso sí, ninguno afiliado a Morena.

La hecatombe eclosionó cuando la militancia se dio cuenta que su esperanza no era más que la esperanza de Obrador para hacerse del poder y, uno a uno de los arribistas fue premiado con una candidatura mientras que a la militancia se le hizo a un lado. El primero en tirar la toalla fue Eduardo Cervantes, líder de Morena en el DF, argumentando que renunciaba por dignidad. Pero eso no detuvo a la dedocracia de AMLO, la motivó más, tanto que impuso candidatos a la fuerza en estados como Colima, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Jalisco, Michoacán, el DF, entre otros.

 La honestidad valiente de Obrador se volvió el dedo valiente. En Colima impuso al General Gallardo, aun y cuando el susodicho jamás ha vivido en la entidad, lo cual generó descontento entre la militancia y los dirigentes, a los cuales Gallardo no tardó en desconocer. En Oaxaca se impusieron a Lavariega (el Abarca de Huatulco) y Jara en Huatulco y Tlaxiaco, bien conocidos por corruptos. ¿Y en Guerrero recuerdan la imposición del vapuleado Lázaro Mazón? No conforme con eso también prometieron posiciones a la CETEG y a algunos padres de los normalistas desaparecidos. Mientras en Cuernavaca Morelos se impuso como candidato a un ex cuñado de López Obrador.

Todo este vapuleo violento durante sólo una semana. Y mientras todo esto pasaba, en el Senado de la República, le Senador Barbosa le negó a Morena el poder tener una bancada; Pablo Hiriart denunció a AMLO de corrupción por contratos en su administración con empresas como SAD, AFK y AAR, así como contratos sin licitar por 100 millones de pesos con Honestidad Valiente y Austeridad Republicana. Sin dejar de lado la renuncia de la precandidata de Morena de Huajualpan de León Oaxaca, María del Socorro Soriano, pues en medio de un mitin de AMLO fue golpeada por tribus de Morena y el tabasqueño no hizo ni gesto para ayudarla; sólo dijo ?Hija, en Oaxaca ya está decidido (lo de las candidaturas), ya no lo intentes?.

Es así como pareciera Andrés Manuel le dice a su propio partido: ?Serena Morena, aquí el que manda soy yo?. Así es como poco a poco, un partido político que decía ser diferente y la esperanza de México, no sólo demostró que es más de lo mismo, pero con prácticas corruptas y dictatoriales mejoradas, pues el ?mesías? macuspano hizo de Morena un rebaño de ovejas que maneja a su antojo; negras, pero al fin y al cabo ovejas. Así las cosas con el sepulturero de la esperanza y, como María del Socorro hay muchos que ya no quieren a Morena volver porque parafraseando a Dalí no quieren volver a un partido más surrealista que sus pinturas. (@TruGMA)