A Norma Navarro, por la pérdida; a Lolita Roveglia, en su honor 

  Horrores, por todos lados

La descomposición de la República es algo tan frecuente que pareciera que no hay noticia que espante a los mexicanos  horneados a fuego lento. Después del terrible sexenio calderonista donde se alcanzaron  las cifras más terribles que se tengan memoria en esta época de ?paz?, esperábamos que hubiera un cambio en serio acerca del combate a los malosos y a la impunidad. No es así. Los casos de Oceanografía,  Mexicana de Aviación y el Grupo México de Germán Larrea muestran que los poderosos hacen lo que les viene en gana. Lo máximo es un enojo de la ?autoridad? o ya no recibirlos en los salones de Palacio. Incluso al señor Larrea se le puede otorgar una concesión televisiva, no obstante el berrinche de Azcárraga, para que sus descargas tóxicas sean frecuentes y a toda la población. Pero si eso lo notamos en muchos informativos, lo que en ocasiones aparece no tan visible son las tropelías diversas a muchos ciudadanos. Varios ejemplos. A Jerónimo Jacobo y Tadú Roberto los encarcelaron supuestamente por secuestrar a una persona y cobrar el rescate, no obstante que su  acusadora, Karolina Jimarez Hernández, declaró posteriormente que los había implicado por torturas policiacas; ambos continúan en el reclusorio Oriente, a pesar de  que el primero está mal de salud y necesita una urgente operación; es necesario que la autoridad capitalina impida un atropello a estos compañeros, el primero, por cierto, hijo del luchador campesino: Rafael Jacobo. El periodista Raúl López que había desaparecido el 18 de septiembre en Michoacán, fue encontrado muerto en su camioneta tres días después y se dijo que falleció por ?causas naturales?; antes no argumentaron que se había suicidado. La compañera de oficio, Karla Janeth Silva, sufrió una golpiza en las instalaciones  del Heraldo  de  León (Guanajuato), el jueves 4 de este mes; se detuvo a quienes efectuaron  el ilícito, pero se exculpa al alcalde de Silao, Enrique Solís, cuya administración   denunció una y otra vez la compañera por tramposa, deshonesta, ineficaz. El líder yaqui, Mario Luna, fue aprehendido por el gobierno de Guillermo Padrés, el mismo que le hizo a su querida  familia una presa en un terrenito  inservible y que ahora produce como nunca; obra que  misteriosamente desapareció luego de darse a conocer esa arbitrariedad; se  dice que no hay motivos políticos (jajá) en la detención de quien defiende que el agua le llegue a sus compañeros de luchas, los cuales  han sido privados del líquido. Cuatro ejemplos, entre muchos,  que la ley, la justicia, el orden, la libertad son palabras vacías en este sexenio. 

 

Ahora sí

Eruviel Ávila, el gobernador impuesto por el grupo Atlacomulco por temor a perder las elecciones en el Estado de México, antes de su informe de gobierno hace una gran publicidad acerca de sus ?logros? oficiales. Uno de ellos, insiste, es el que ahora hay orden y tranquilidad en una entidad donde los índices delictivos están en el primer lugar nacional. En anuncio radiofónico, dice que la seguridad aumenta, ya que hay coordinación de las mal llamadas fuerzas del orden. Pero de repente, debido a las informaciones de la agencia AP, sabemos que  en Atlaltaya fueron  ultimados por el ejército 21 personas. Esto ya lo habían planteado algunos compañeros,  sobre todo  Carlos Puig (Milenio), pero el asunto tomó más fuerza cuando se dio a conocer una investigación de la revista Esquire, la cual anuncia  que publicará en la siguiente entrega un texto más duro y macizo. Por lo tanto, Eruviel que había ?exonerado? a los militares, ahora dice que el asunto es de la PGR y ellos no tienen nada que ver en el asunto, o sea, se pretende lavarse  las manos de un caso que es una papa caliente para Jesús Murillo Karam y su jefe. Claro, ya sabemos que esto no será llevado hasta sus últimas consecuencias, pues como desde el 2 de octubre de 68 o el 10 de junio de 1971, la  verdad es algo muy espinoso y es necesario que  se oculte a como dé lugar. La única ventaja para todos, en esta ocasión, es la presión de los yanquis, quienes pueden insistir para que se encuentren algunos culpables, aunque los  verdaderos autores intelectuales queden  sin castigo, algo que ocurrió con el asesinato de Manuel Buendía y muchos otros compañeros periodistas.

Dos

Hace 11 años que falleció el gran Raúl Prieto Río de la Loza, mejor conocido como Nikito Nipongo; sus famosas Perlas Japonesas y sus libros acerca de las burradas que aparecen en estudios  tan solemnes y mal hechos como los de la Real Academia (de España y su subordinada en México) son todavía unas grandes joyas que debemos apreciar; más ahora que hasta una película artesanal como Cantinflas quiere presentarse como lo máximo; lástima que NikNip (como se firmaba en ocasiones) no esté entre nosotros para que nos haga reír en el habla del presente gobierno federal, el cual ha superado todas las metas de los anteriores;  afortunadamente siguen esa tradición:  Juan Domingo Argüelles, quien publica libros acerca del idioma que debería utilizarse correctamente; también está en esta ruta el maestro,  Héctor Anaya. ?Déjense tranquilos los restos de nuestros héroes en los sitios simbólicos que ya ocupan, y piénsese mejor en cómo enfrentar los muy graves problemas sociales, económicos, de inseguridad y políticos que hoy aquejan a la gran mayoría de los mexicanos, en cómo, con éxito, podría iniciarse ya el tránsito a un futuro de libertades?, lo anterior dice en un pequeño y gran libro: Ideas para una ética de lucha (Fundación para la Democracia), el famoso Cuauhtémoc Cárdenas; en su partido, empero, lo ignora la directiva que se ha instalado desde hace tiempo.

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