El notable crecimiento del mercado de capitales, así como la virtual desaparición de los organismos financieros internacionales y de la banca comercial como prestamistas de los países y su reemplazo por tenedores de bonos, ya sea de fondos de inversión o de pensión, compañías de seguros o inversión o de particulares, genera una complicación considerable al momento de pensar en procesos de reestructuración de la deuda de los países, máxime si la nación en cuestión presenta problemas en sus finanzas públicas y los bonos emitidos para su deuda son transferidos a especuladores a precios muy inferiores de su valor nominal. Esto con el objetivo de cobrarlo después de un tiempo  con altos intereses, quedando estos títulos fuera de cualquier negociación de reestructura de la deuda, con la intención de cobrar el 100 por ciento del valor prestado, llegando a presionar a través de los tribunales, como ha sido el caso de Argentina; estos títulos en manos de especuladores son conocidos como ?fondos buitres?.   

Los fondos buitre empezaron a tomar fuerza durante la crisis de los ?bonos basura? en los años 80, también en la crisis de México del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) en los 90 y en el 2008 en Estados Unidos. Se trata de auténticas máquinas de extraer réditos a las que los inversores recurren ya que se trata de fondos de inversión libre. Sus directivos son los agentes más poderosos e influyentes del mundo financiero.  

Los especuladores internacionales adquirieron una parte importante de la deuda soberana de Argentina a muy bajo precio, este adeudo,  que  venía  arrastrando el país sudamericano desde los años ochenta y que buscó su gobierno saldarlo en 2001, fecha en la que una fuerte crisis económica asoló a los argentinos. El llamado ?corralito? hizo que el gobierno firmara la suspensión de pagos sobre una deuda de 102,000 millones de dólares que Argentina debía a los acreedores. Este impago se conoce con el término de ?default?.

Argentina logró reestructurar un gran porcentaje de su deuda entre 2005 y en 2010, con una reducción del 65 por ciento por parte de más del 92.4 por ciento de sus acreedores, pero los fondos buitre, que habían comprado parte de esos bonos en 2008, no aceptaron el acuerdo.  

Los principales tenedores de fondos de deuda de Argentina son la empresa American Task Force (AFTA) la que engloba NML y Elliot Management,  los dos ?fondos buitre? más grandes que operan domiciliados en paraísos fiscales. 

El dirigente de AFTA es Robert Shapiro, ex funcionario del ex presidente Bill Clinton. A su lado opera el dueño de NML, Paul Singer, poderoso financiero estadounidense que gestiona una fortuna de 15 mil millones de dólares gracias a los fondos de capital de riesgo. 

Paul Singer es también uno de los principales financieros de la campaña del Partido Republicano de Estados Unidos y es famoso por haber obtenido cifras millonarias especulando con deuda de países como Perú o Congo. De los 5 millones de dólares que pagó por la deuda peruana el país andino acabó devolviéndole a Singer 58 millones de dólares. En el caso del Congo de los 2.3 millones invertidos, NML obtuvo un beneficio de más de 100 millones de dólares.

El fondo de inversión Fintech Advisory, del empresario regiomontano David Martínez Guzmán, poseía 100 millones de dólares, de la deuda pública de Argentina y aceptó en el 2013 reestructurar este adeudo. Tenemos que recordar que este empresario mexicano, experto en la especulación financiera, es dueño en el país sudamericano del 40 por ciento de CableVisión de Argentina, esta adquisición que la realizó en 2006 fue a través de la compra de papeles de deuda de la empresa  el otro 60 por ciento lo detenta el poderoso grupo empresarial de las comunicaciones en  ese país Grupo Clarín.  En tanto el empresario regio poseía en México la empresa de televisión de paga Cablecom, la cual  fue adquirida por Televisa el pasado mes de agosto.               

El fondo Elliott Associates de Paul Singer,  demandó a Argentina ante la Corte de Nueva York en 2011. El 7 de diciembre desde ese mismo año el juez Thomas Griesa falló a favor de los fondos NML, Capital, Aurelius Capital, y algunos actores individuales, y declaró que la nación austral violó la cláusula de pari passu. La Corte de apelaciones del Segundo Circuito confirmó, el 26 de octubre de 2012, el fallo de Griesa.

Argentina apeló la decisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos con el acompañamiento de los gobiernos de Dilma Rousseff y Enrique Peña Nieto, además de los representantes de la American Chamber of Commerce of Argentina y del Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz.

El pasado 31 de julio del presente año, el juez Thomas Griesa falló en definitiva que Argentina pague a todos sus acreedores por igual. También aquellos que no aceptaron la reestructuración en su momento, poniendo al país en situación de impago.

El fallo del juez Griesa, sobre los ?fondos buitre? de Argentino, bloquea un pago de la deuda por 539 millones de dólares y pondrá al país sudamericano en impago de su deuda y esto redundará en problemas financieros para la nación austral,  acarreando también dificultades  económicas para la planta productiva, la inversión y deterioro del nivel de vida de la población en general.

La propuesta del gobierno argentino para establecer un marco jurídico legal a nivel global para los procesos de reestructuración soberana en la Organización de Naciones Unidas (ONU), fue aprobada por la mayoría de los países.  Esperemos que esta legislación frene a los especuladores internacionales y las reestructuras de deuda soberana de los países se negocie con justicia y afecte lo menos posible a la planta productiva, la inversión y las condiciones de vida de los habitantes.

En México los especuladores Elliott y Aurelius, compraron recientemente papel de deuda de las tres principales desarrolladoras de vivienda, en el país Urbi de Cuauhtémoc Pérez Román, Homex de Eustaquio de Nicolás y GEO de Luis Orvañanos, lo que ha provocado que no haya crecido el sector de construcción de vivienda y un desempleo muy marcado en esa industria.    

Los ?bonos buitre? frenan el desarrollo económico de los países y se convierten en una seria amenaza sobre todo para las naciones emergentes, según cifras del Banco Mundial, más de un tercio de estos países que han cumplido los objetivos de sus programas de restructuración de deuda han sido blanco de más de 26 fondos especulativos, quienes han cobrado hasta un total de mil millones de dólares.