¡Qué escándalo! Dijeron unos ¡Cuánta agresividad! Sentenciaron otros al ver a la supuesta estudiante del Instituto Tecnológico de Orizaba sacar una pistola y mostrarla a uno de sus pares.

Lo curioso del asunto es que son pocos, los medios de comunicación que dan cuenta de la otra parte de la historia: la de las infames novatadas que año con año sufren miles de estudiantes que ingresan a la universidad, por que estos abusos se consideran parte de una tradición que nadie se atreve a cuestionar sin padecer la exclusión de quienes siguen pensando que la humillación, el abuso y la exhibición de ?la perrada? como llaman a los estudiantes de nuevo ingreso, son usos y costumbres  válidos e inofensivos. 

Hank Nuwer define de esta forma a las novatadas ?Cualquier situación que se da en un grupo en el que se considera que hay miembros de poder (los antiguos) y otros miembros que no lo tienen (los recién llegados) que fuerza a estos últimos a cometer actos (normalmente degradantes) para ganarse el acceso a la organización o para ser ?estimados? dentro de la misma?[1]Es, en términos llanos, un rito de iniciación que define quién será incluido o excluido de la orden a la que se pretende ingresar.

Y es que en nombre de la tradición, hay quien afirma que no es lo mismo la novatada que el acoso escolar,  porque las primeras ?tienden a ser realizadas en público, a diferencia del bullying que suele realizarse a escondidas y con un número de espectadores reducido?[2] cuestión controvertida y sujeta a un amplio debate, porque podríamos entonces suponer que en el ambiente universitario esta forma pública de abuso es el epítome del acoso escolar.

La novatada es un rito de iniciación a la vida universitaria que demanda de sus víctimas, el silencio ante el abuso, la servidumbre y obediencia hacia los abusadores y sobre todo ?y lo más grave, si cabe aún- la responsabilidad de ?continuar la tradición? y de ?vengarse? en los que vienen el año próximo

Todos lo ven y nadie dice nada. Ya han aceptado que así es la vida y que los abusos son parte de la misma. A veces me pregunto si estas formas de aprendizaje ?afines al currículum oculto-, podrían ofrecer una explicación acerca de por qué en México y en el mundo se toleran las infamias sexenales: la simulación, la violencia legítima del Estado y la corrupción que el señor presidente dice que es una cuestión cultural que se combate con educación (¿?)

A raíz del incidente de la estudiante, ni prontos ni perezosos los rectores de la Universidad Veracruzana y de la UTCV[3] dieron sendas declaraciones a los medios locales afirmando que en sus planteles no hay novatadas como la filmada en el ITO.

Sin embargo, la misma declaración parece desconocer convenientemente el modus operandi de las mafias estudiantiles amparadas que operan con total impunidad. Ellos no ven ?o no quieren hacerlo- que los estudiantes de nuevo ingreso son interceptados, amedrentados y abusados fuera del horario de clase y de los límites geográficos de la universidad, lo que significaría entonces que el asunto ya no les concierne, cuando es un tema que a todos debe interesar y todos debemos combatir.

¿Justifica eso que la chica haya sacado la pistola para defenderse? Por supuesto que no, pero tampoco es justificable poner la luz sobre este hecho sin denunciar por otra parte, los abusos a los que la tradición hace víctimas a los estudiantes de nuevo ingreso en algunas universidades.

¿Esperamos víctimas mortales? Ya las ha habido, pero la norma es que estas historias sean contadas como ?casos aislados? en los que a alguien ?se le pasó la mano?

En Nuevo México, alumnas de nuevo ingreso habrían sido orilladas a desnudarse, beber en exceso y ser orinadas por sus compañeras como parte del rito de iniciación[4] En Pennsylvania, una estudiante de 19 años muere en uno de los juegos promovidos como parte de la novatada universitaria[5] En Orlando, 13 universitarios fueron acusados por la muerte de un estudiante tras haber sido severamente golpeado en el pecho, el rostro y la espalda[6]. En México, un joven estudiante del CONALEP falleció tras ser arrollado por un vehículo en medio de la novatada propinada por ?sus amigos?.[7]

Con "la tradición" como pretexto, todavía se sigue mutilando el clítoris de las niñas en algunas regiones de África o vendiendo a las pequeñas al mejor postor, como parte del ganado familiar.

Pienso que en realidad, las novatadas todavía sirven para probar los límites ¿Se trata de ver cuánto puede aguantar un estudiante de nuevo ingreso? Una de ellas decidió que el caldo no estaba para albóndigas y consideró que sacar un arma para mostrar su punto es válido. Hacer uso de ella es otra cosa, pero el abuso y la humillación también son armas sofisticadas que utilizan ?los civilizados? para atentar contra los mínimos derechos que tienen los demás.

Estoy convencida de que cuando ?la perrada?, ?los putos?, ?las putas? y ?los jodidos? digan ?ya basta?,  retando lo que ?la mayoría? considera ?normal?, muchas cosas comenzarán a cambiar en este país.

Hasta las novatadas sexenales, sin duda.

¿Usted qué opina, estimado lector?