Estimado lector ¿Ha notado que últimamente proliferan otras versiones de los clásicos de los hermanos Grimm? En el cine, ?espejito, espejito? , ?Blanca Nieves y el Cazador? y ?Maléfica?, demuestran que, como dice Chimamanda Adichie, ?una sola historia? ?o versión de la misma-, se define por el principio de Nkali, que en idioma Igbo africano significa ?ser más grande que el otro?, es decir, la verdad última es la que promueve la versión más difundida, que no necesariamente es la correcta.

Si lo duda, entonces ¿Por qué se ridiculizan con especial encono, las reflexiones que estas películas promueven? La filosofía, no está de más recordarlo, parte de preguntas ?simples?, cuyas respuestas parecen ?obvias?, pero al final resulta que aquellos que osan cuestionar las versiones ?y verdades- únicas, aceptadas por la generalidad, son aquellos que trascienden su propia ignorancia por el solo hecho de atreverse a preguntar ?nimiedades?.

Y es que algunos pretenden cuestionar el noticiero de López Dóriga, pero no son capaces de aceptar, analizar o comprender, las otras versiones de los cuentos de hadas. Empecemos por ahí.

¿Es la postura de Maléfica una oda al relativismo, signo de la posmodernidad? ¿si me pegan, está bien devolver el golpe? ¿Hay ?buenos? y ?malos?, ?héroes? o ?villanos? o solamente existen hombres y mujeres que hacen lo que pueden con lo que tienen a la mano?

¿Son los cuentos de hadas, historias escogidas sólo para deleite de los pequeños de la casa? Eduardo Galeano piensa que no.

En la biblioteca de los libros del rincón,, en la colección Astrolabio, los profesores encontramos una versión de ?Mitos de memoria del fuego?, donde Galeano afirma que los libros no creen en la edad. Según ellos, su propia edad, la edad de los libros, es un detalle que carece de importancia y tampoco les importa ni un poquito, la edad de los lectores.

En ese orden de ideas, la reflexión acerca de la edad de los libros es parecida a la que sostiene que la madurez de una persona es directamente proporcional a su edad ¿por qué debería haber ?libros para niños?, considerando sólo su edad biológica, cuando existen mayores cuya edad mental no supera los doce años?

El otro día, encontré en el súper estas joyas: ?La verdadera historia de Caperucita Roja? y ?La verdadera historia de Ricitos de Oro?, ambas versiones contadas por Agnese Baruzzi y Sandro Natalini demuestran que, retomando a Adichie, las historias dependen de cómo se cuentan, quién las cuenta, cuándo se cuentan y cuántas personas la toman como la versión definitiva.

Ese es el verdadero peligro de una sola historia.

¿Usted qué opina, estimado lector?