Cuando uno viaja a New York o ve una película realizada en esa ciudad que comúnmente se hace en Manhattan, es muy común ver cómo parte del ambiente a los famosos taxis amarillos o mejor conocidos como ?yellow cabs? que quizá junto con los taxis de Londres sean los más conocidos e identificativos de entre todos los del mundo.

Ahora una increíble propuesta del gobierno del Distrito Federal es que los taxis de la ciudad de México serán de color blanco y rosa por alguna ilógica razón seguramente y el capricho de alguien.

El color amarillo de los taxis neoyorquinos tiene una razón algo lógica de ser. Esta pregunta se la hice hace ya más de 15 años a un policía de transito de la gran manzana porque me parecía que entre todo el bullicio y tráfico vehicular de esta ciudad, parecía que siempre se podían visualizar y la respuesta me pareció bastante lógica y contundente: ?La gente en su mayoría no compra automóviles amarillos y las empresas casi no los fabrican en ese color por eso se decidió que un color nada común fuera el de estos vehículos, para que así los usuarios los pudieran reconocer fácil y rápidamente?. Así de simple.

En la ciudad de México existen miles de automóviles blancos particulares y de empresas, seguramente con esta nueva disposición nos será complicado identificarlos además  que para muchos que son propietarios, generará un gasto de nuevo, como si la economía estuviera tan solvente.

¿Por qué no todos rosas y ya?

La disposición de pintarlos rosa completamente ayudaría mucho a encontrar e identificar a los taxis, ya que no existen muchos automóviles particulares de ese color y claro y este cambio que solo es sólo de forma, de fachada de look no se prevé una mejora en el servicio y por supuesto seguirá tan igual como siempre, e inteligentemente se tiene previsto que se lleve paulatinamente y hasta el 2016 tendremos taxis de todos colores esto le dará oportunidad a los asaltantes y los famosos taxistas pirata ya que les será más fácil esconderse entre el tráfico de esta ciudad.

Exactamente tan igual a los taxis es el cambio de ?imagen? del canal trece, de TV Azteca, que duró muchos años llamándose Azteca Trece y ahora simplemente se llama ?trece?. ¿Qué propuesta novedosa hay? Los conductores de sus noticiarios y shows de espectáculos y misceláneos siguen siendo los mismos, las producciones siguen siendo las mismas, todo sigue igual entonces ¿qué condenado cambio hay? Ninguno, la información no será más dinámica, ni mas plural, sus telenovelas seguirán teniendo a los mismos escritores e impopulares actores, todo es exactamente igual, no hay nuevos shows, ni nuevos valores en esta televisora de carácter nacional que solo se cambió el peinado y en donde su principal y máxima estrella es Christian Martinolli.

Y ahora Cristina Fernández.

La no muy popular presidenta de Argentina Cristina Fernández viuda de Kirchner salió con una ocurrencia de grandes proporciones, ?cambiar la Capital Federal de Buenos Aires a otra ciudad?. Esto no es más que una patraña para desviar las criticas a su mandato y el cada vez mayor declive económico del país sudamericano, o existe alguna lógica práctica, simplemente es un capricho para mover de un lugar a otro nada.

Los tres ejemplos anteriores son simplemente un ejemplo de cómo la imaginación del ser humano como empresario, político o alguien con cierto poder y toma de decisiones simplemente busca cambiar las cosas de forma y no de fondo y eso es muy común en el tercer mundo.