Tengo una sobrina de 19 años que me contaba una historia verdaderamente triste y preocupante. Resulta que su amiga, a la cual también conozco, sale desde hace meses con un muchacho que, según dice, ?la cela demasiado?.

Para mí la palabra ?celar? puede tener connotaciones distintas. Quizá muchas jovencitas puedan en primera instancia sentirse ?halagadas? cuando el novio les pide  que den, con lujos de detalles, horarios de salidas y entradas, con quién platica en la escuela o en la calle y que incluso le piden las contraseñas de sus cuentas de redes sociales. Para ellas que ?las celen? puede ser una muestra de interés o incluso de amor y no llegan a distinguir los límites, es decir, cuando esos ?celos? se pasan de la raya y no sólo la pareja quiere saber todos sus movimientos, sino que hacen uso de la violencia verbal para reclamar cualquier tipo de situaciones absurdas.

La chica en cuestión revela que todos los días, como tema de conversación, su novio comienza con algún reclamo, ya sea que le comente alguna plática que tuvo con alguien en su Facebook (las cuales conoce perfectamente porque tiene acceso a su cuenta) o simplemente le reclama que haya usado ?una blusa que no conoce y que está muy coqueta?.

Cuando yo le hice a mi sobrina la observación de que su amiga estaba siendo víctima de violencia ella me respondió que no, que no la golpeaba ni nada por el estilo, pero le hice ver  que ese tipo de reclamos son el preámbulo para que el chico pudiera dar otro paso, es decir, llegar a los golpes.

Ya entradas en la plática me dijo que me iba a enseñar el muro de su amiga, donde a menudo había reclamos de su novio.  Me quedé boquiabierta con lo que leí.

Frases como ?buenos días, coqueta, ya estás contestando otros saludos y a mí no me has dicho ni hola?, ?qué bonita foto, pero enseñas de más con esa falda?, ?lárgate a seguir tu fiesta con esos cabrones y a mí no me hables? y un largo etcétera que me hizo estremecer.

No crean que esto era en conversaciones privadas o algo así, no, a muro abierto el tipo se mete a dejar ese tipo de mensajes bastante fuera de tono.

Le pregunté que cómo era posible que soportara esa situación y me dijo que no sabía pero que a menudo llegaba por ella a la escuela y si la veía platicando con alguien, se acercaba y saludaba, pero pobre de ella que se despidiera de beso de alguno de sus compañeros porque la letanía que le aventaba durante todo el trayecto era de miedo.

A mi sobrina le tocó escucharlo en el metrobús, de regreso a sus respectivas casas, que el fulano le decía ?¿siempre saludas así? ¿Te diste cuenta que aquel cabrón te veía las chichis y tú le sigues hablando??. No sólo eso, me contó que conocía a todos sus amigos, sus vecinos, sus compañeros de trabajo en la tienda donde trabaja por las tardes para costearse sus estudios; que quería estar ?al pendiente? de todas sus actividades y según él todos los hombres que estaban cerca de ella de algún modo seguramente tenían intenciones sexuales con ella y ella, ?así como es? , les ?daba entrada?.

Aún hay más: si él sospechaba que ella le mentía o se iría de fiesta o platicaba ?de más? (¿cómo será platicar ?de más?) con alguien, por el simple hecho de sospecharlo le dejaba de hablar por días, la bloqueaba en sus redes, en el Whatsapp y la pobre andaba como alma en pena porque nunca sabía cuál había sido el motivo por el que el  otro se enojara.

Frases como ?vete con tus amiguitos?, ?haz lo que te dé la gana?, ?tú con tus modos y tus formas te lo buscas?, etc., etc., son el pan nuestro de cada día. ¡Vaya infierno!

Debo decir, sin hacer una abierta defensa a nadie, que a esta niña, que la conozco ya hace varios ayeres, jamás la he visto vestida inapropiadamente, no toma, no fuma, no hace ningún tipo de desfiguro. Es más (y creo que ese es el problema) tiene una madre excesivamente dominante, que aunque ella trabaja, no le deja que use su dinero a su gusto, la lleva a comprar la ropa que a la señora le parece correcta y sólo lleva en la bolsa el dinero justo para sus pasajes.

Quizá ustedes, queridos lectores, estarán pensando lo mismo que yo: con esa madre era lógico que cayera en manos de un patán, ya que algo en su psique no le permite actuar con libertad, ser ella misma y debe vivir bajo un yugo, y en este caso son dos.

Por supuesto que es un asunto preocupante.  La violencia verbal tanto en el noviazgo como en la vida conyugal muchas veces pasa desapercibida porque es algo que no deja huellas visibles; su daño es esencialmente psicológico.

Recuerdo que hace tiempo vi cómo una amiga permitía tranquilamente que su marido le dijera gorda en forma despectiva delante de sus amigos y amigas y ella solo respondía con un gesto o un ?ándale wey?, pero no hacía nada cuando le decía que ?fuera a ver a su novio el vecino?, o ?ya estás chateando con tus amiguitos?. En una ocasión me sacó de mis casillas pues delante de mí le dijo: ?tengo que revisar tus calzones para olerlos y ver si no te fuiste a acostar con alguien? y le dije (yo no tenía vela en el entierro, pero estas cosas me enferman) que la respetara, que ese tipo de comentarios son sumamente vulgares. El sólo se río y dijo que era una broma y que así se llevaban.

Como dije más arriba el problema básicamente es que se tiende a ver ciertas cosas como ?normales? cuando en realidad no lo son. Ningún hombre debe decirle a su pareja ?lárgate con tus amiguitos?,  ?eres una coqueta, golfa? o algo parecido ni meterse en la vida de ella hasta sobajarla.

Ojalá en las escuelas, desde edades muy tempranas, existiera más información para prevenir este tipo de actitudes, aunque obviamente los cimientos de una buena educación se llevan desde la casa.

Es necesario que los gobiernos federal y estatales pongan más énfasis en esto, ya que el número de feminicidios va a la alza y muchas veces una simple mala palabra o una actitud hostil puede desencadenar en algo peor y si se llega a esos extremos, en muchos de los casos, la víctima es desatendida por las autoridades y hasta acusada de ser ella la que propicia la situación.

Nadie merece vivir con maltrato. Pongamos más atención a lo que pasa en nuestras familias sobre todo si hay mujeres en formación y que pueda caer en manos de un hombre sin escrúpulos.

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