Estimado lector ¿Qué le pareció a usted el programa a propósito del 80 aniversario del Fondo de Cultura Económica ?Conversaciones a fondo?, transmitido por radio, televisión e internet el martes pasado? Es interesante por varias razones.

1.- El ?gremio? periodístico

A la par de la transmisión del programa, en las redes sociales se pudo observar cualquier cantidad de reacciones ante el diálogo sostenido entre el presidente Enrique Peña Nieto y seis periodistas, de los cuales las más interesantes tienen que ver con eso que llaman ?gremio periodístico?: No hay tal.

A reserva de escasos profesionales de la comunicación que entienden que nadie tiene la verdad absoluta, que lo cortés no quita lo valiente y que no existe tal cosa como ?grupos ideológicos afines? entre profesionales de la comunicación que se asumen como tales, el resto se lanzó -con especial encono- en contra de los seis participantes en el diálogo sostenido con el Ejecutivo.

La participación de cada uno de los periodistas que estuvieron presentes en el diálogo a invitación de José Carreño, director general del Fondo de Cultura Económica, se pondera por sus propios méritos y por la inteligencia y pertinencia con la que cada uno de ellos construyó las preguntas que hoy son materia de análisis público. No aplica para todos, es cierto, pero justo eso es parte de la riqueza de un diálogo: revela al adulador y al crítico inteligente, sin duda.

Fue lamentable observar la descalificación, el insulto y la burla hacia los participantes, de parte de sus propios colegas ?¿ese es el periodismo mexicano?? pensé más de una vez al ver la cantidad de tuits o posts que golpeaban per se con cualquier cantidad de bajezas a sus pares y que hablaban más del emisor que del destinatario de las mismas. Es claro que el nivel profesional no se le puede exigir a quien a nivel humano sólo insultos y calumnias puede ofrecer.

2.- ?Los buenos? comunicadores

Me queda claro que la masa sucumbe ante la seducción del insulto, la estridencia, la calumnia y la desinformación, que son la herramienta de trabajo de algunos de los más notables integrantes de eso que llaman ?gremio periodístico?, pero detrás del blof pendenciero se esconde una grave carencia de capacidad e intelecto que demuestran los que eligen la razón, la ponderación y la serenidad como características del oficio informativo.

Y es que en la hoguera de las vanidades, de lo que se trata es de construir la propia fama ?lo que sea que eso signifique- desde el confortable y mullido sillón de las causas justas, aún a costa de prender fuego a la persona y a la profesión.

3.- La propaganda

Este tipo de iniciativas, tiene el mismo propósito que pintar las escuelas de rojo o imponer uniformes verdes o azules: consolidar el discurso dominante y reforzarlo con estrategias de propaganda.

Después de aprobadas las Reformas, se trata de vender la idea a los mexicanos que ?a pesar de la aplastante evidencia en contra-, estas acciones se reflejarán en su bolsillo y en el mío, estimado lector.

Por eso cuando Denise Maerker le pregunta a Peña Nieto: ?Presidente, no tiene mayoría, entre la población, la Reforma Energética, 65% en las encuestas, dicen no estar de acuerdo con la forma en que se hizo la Reforma Energética ¿es delicado, no es delicado?? y éste contesta descalificando la encuesta, no se da cuenta de que es justo por esa razón ?la que esgrime Maerker-, que está sentado frente a ellos: está tratando de convencer a la gente de las bondades de las reformas.

Y es que a estas alturas del partido, a casi todos los ciudadanos les choca el discurso oficial que dice una cosa pero hace otra totalmente distinta a la que dice defender, especialmente en cadena nacional.

Por eso, porque la situación es sumamente delicada, el presidente aparece en el programa Hoy y en ?conversaciones a fondo? y seguramente habrá muchas apariciones más para convencerlo a usted y a mí de que ?aunque la cuenta del súper cada vez sea más alta y el carrito se vea más vacío- todo es para bien de usted y mío. Así las cosas.

4.- La representatividad del Pacto

Maerker y Krauze pusieron el dedo en la llaga: Se habla de un ?pacto por México? que no representa a, por lo menos, 15 millones de mexicanos que votamos por Andrés Manuel López Obrador y por ende, no estuvieron de acuerdo ?la mayoría- ni con las denominadas reformas estructurales ni con las bondades de las mismas.

La pregunta de Krauze ?Señor Presidente ¿cómo queda la oposición después del Pacto? No nada más la oposición que ha colaborado, sino la otra oposición, que en la elección presidencial obtuvo 15 millones de votos y que está en contra del Pacto, por lo menos una parte de esa oposición ¿qué diálogo habrá con esa parte de la oposición que rechaza el Pacto completamente?? Tuvo como respuesta el mismo discurso plagado de lugares comunes, pero el Ejecutivo no mencionó ninguna acción específica para convencer a la oposición más reacia a aceptar las bondades de las reformas implementadas por su gobierno.

Por eso, más que nada, fue lamentable la lectura de la foto del Pacto por México que realizó Lilly Téllez ?(?)Creo que esa foto entra a la historia y creo también que esa foto nos marcó un momento que indicaba un claro mensaje, un claro paso en el sentido de que podría concretarse el crecimiento del país? dijo, pasando por alto a 15 millones de opiniones ?y lecturas del hecho- diferentes a la suya.

5.- La corrupción

Cuando Aristóteles dijo ?habla, para que te conozca?, intentó evidenciar una de las ventajas del diálogo: La revelación del ser, la idea y el sentido.

Krauze tomó distancia del concepto de corrupción que Peña Nieto construye a partir de las siguientes premisas: es un cáncer social, no es exclusivo de México, ?es un tema casi humano que ha estado en la historia de la humanidad? (sic) y a diferencia de la promesa de campaña que Maerker le recordó respecto de crear un organismo anticorrupción, hoy afirma ?No puedes pensar que una sola figura sea la que nos asegure que no habrá corrupción? Entonces ¿por qué lo prometió en campaña? Si lo hizo de manera inconsciente, es gravísimo, pero si la promesa la realizó sabiendo lo que afirmó en este programa, la cosa es aún peor.

Esta intervención a propósito del tema de la corrupción, me pareció importantísima y gracias a los buenos oficios de don José Carreño, no suficientemente abordada.

Y es que la cuestión no es por qué Krauze tomó distancia del ?nuevo- dislate de Enrique Peña Nieto, sino por qué los demás periodistas ,a excepción de Maerker, no cuestionaron al mandatario en este punto nodal para la consecución de las Reformas.

Ninguna iniciativa será exitosa si no se combate a la corrupción, especialmente la que proviene de aquellos grupos de poder que pueden llevar a México al desastre por el enorme poder e influencia que ostentan para hacer valer sus intereses sobre los de la nación.

Entre tanto, Enrique Peña Nieto sigue quedando a deber muchas explicaciones a usted y a mi, que no se subsanan con los manoseados argumentos ?los beneficios serán a largo plazo? o ?ya se está viendo la mejoría?. Usted y yo, merecemos algo mucho mejor que eso

¿Usted qué opina, estimado lector?