Me sorprende un poco la lectura que desde México se da a la muerte de James Foley, periodista secuestrado en Siria en noviembre de 2012, decapitado y exhibido en un video que circula en Internet.

Lo último "decapitado y exhibido en un video que circula en internet" ha sido la forma en que los distintos cárteles se han enviado mensajes frente a nuestros ojos sin que pensemos si algo de ese mensaje va también dirigido a nosotros. 

Es por ello que me llama poderosamente la atención que desde un México que padece desde hace muchos años las ejecuciones públicas escoja la puerta del horror y no escuche el último mensaje del periodista y del grupo que lo envía.

Recupero un fragmento del libro Campos de Amapola de Lolita Bosch:

En 1992 "Guadalupe Lejia Serrano se convirtió así en la primera víctima pública de la decapitación en México. Probablemente ya habían muerto otras personas del mismo modo, pero nosotros nunca lo hablábamos. Y a ella (...) no la mostró la prensa (...) no sería algunos años después cuando la televisión pública de Michoacán mostró por primera vez cabezas cortadas reposando con una soledad absoluta sobre el suelo de México" 

"Frente a la cabeza de la esposa del Güero (Palma) la realidad se convirtió en una leyenda y apenas dijimos nada. No vimos. No supimos. No entendimos que esto estaba sucediendo aquí (...) Por eso al país lo recorrió un escalofrío inconsciente al escuchar al Güero Palma jurar, maldecir, invocar la fatídica palabra que lo envolvería todo como un manto de clausura de tragedia griega: guerra".

Escuchar el mensaje

Medios estadounidenses han dado amplia cobertura al video difundido por el Estados Islámico de Irak. Algunos como CBS no han tenido censura en exhibir su odio contra la fe islámica en frases y condenas que solo recuerdan la tragedia del 11 de septiembre.

El atentado contra las Torres Gemelas y el edificio del Pentágono. Aquel ataque que vulneró la seguridad del país más poderoso del mundo occidental y que invadió bocas y corazones de todos con la palabra terrorismo. Dicho evento abrió a nivel internacional el capítulo de la ?guerra preventiva? y llevó a las milicias estadounidenses a buscar a los agresores en Afganistán y años más tarde en Irak.

Barack Obama fue elegido para su segundo periodo presidencial por la promesa de retirar las tropas de Irak pero el pasado 8 de agosto se convirtió en el cuarto presidente estadounidense consecutivo en emprender una acción militar en el territorio iraquí.

Hasta el momento el mandatario no ha emitido ninguna declaración por la muerte de Foley ni por la vida de Steven Joel Sotloff, desaparecido el 4 de agosto del 2013 en Aleppo, Siria. Con el video se supo que su vida está en manos del Estado Islámico y que depende de las acciones que emprenda Estados Unidos.

En sus últimas palabras un sereno James Foley se despide de su familia y acusa al gobierno de Estados Unidos de ser el culpable de su ejecución por su reciente intervención militar en Irak.

En ese mensaje también pide a su hermano John pensar lo que hace al ser miembro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. ?Piensa lo que estás haciendo. Piensa en las vidas que destruyes, incluyendo las de tu propia familia. Piensa quien tomó la decisión de bombardear Irak recientemente y matar a todas esas personas, sean quienes hayan sido?.

Este mensaje y no el horror del video es el que debería tener mayor peso para una futura decisión en Estados Unidos pero también hace eco en el México desgarrado que no encuentra paz desde que Héctor Palma Salazar recibió la cabeza de su esposa envuelta como si fuera un regalo y sus dos hijos murieran al ser arrojados vivos desde un puente de 150 metros de altura.

¿Estaremos viendo? ¿Estamos entendiendo lo que está por ocurrir con la muerte de James Foley? ¿Recibimos el mensaje correcto del video que circula en Internet u optaremos por la puerta fácil del horror?