Quiero comenzar esta columna diciendo que Enrique me cae bien, no es un líder, no es muy inteligente, ni alguien que sobresalga por algo en especifico, es muy normal, muy estilo ?clase media mexicana? y lo considero un buen tipo haciendo una chamba que no le corresponde, se le nota en su mirada, en su humor involuntario y en sus errores, lo que dice se lo cree y no porque sea convincente sino porque naturalmente es un tipo entrenado para creer en lo que está diciendo aunque sea una patraña.
Para que la gente o mejor dicho, las amas de casa, políticos, burócratas de alto y mediano rango, ninis y desempleados que ven la televisión por las mañanas y sintonizan el canal de las estrellas para ver su show de televisión informativo ?Hoy? puedan entender los grandes y maravillosos beneficios que traerán las reformas promovidas por el presidente y que se han logrado sacar por los patrióticos legisladores de nuestro país, la producción de Carla Estrada que al parecer es más importante ella que Emilio Azcárraga en esa empresa, ha realizado una serie de sketches con los principales conductores de este programa, Andrea Legarreta y Raúl Araiza por supuesto con el invitado estelar Enrique Peña Nieto.
Me gusta y disfruto mucho ver cuando la gente se siente incómoda, fuera de su hábitat o zona de confort, porque sacan el verdadero yo, el verdadero ser humano torpe que existe en ellos y los podemos ver indefensos y diferentes a como los conocemos y no me refiero a Enrique si no a la señora Legarreta y al señor Araiza que en esta ?charla muy casual? con un guión de por medio y que al parecer es en palacio nacional, tenemos a estos 2 conductores actuando disímil a como ?supuestamente? son frente a la imagen del presidente, Andrea está vestida de manera muy diferente a lo acostumbrado y más parecida a una edecán del congreso que no entiende una sola palabra de lo que su interlocutor está hablando y por eso voltea detrás de cámaras como pidiendo auxilio y se le nota temerosa o nerviosa que es lo mismo y por eso se toma las manos que seguramente están sudorosas y su mirada refleja que su mente está tratando de hacer un gran esfuerzo para entender a Enrique, luchando entre esta acción y la duda de ?¿cómo diablos hace este señor para estar tan bien peinado todo el tiempo??. Raúl se ve un poco más interesado en la charla y menos burdo, tiene una imagen más relajada, sin corbata lo cual para muchos puristas de la etiqueta frente a un mandatario podría parecer un insulto aunado a esa barba de borrachín que le queda bien, su actitud al menos parece más normal. Las reacciones de Andrea son maravillosas, asiente con la cabeza como si estuviera de acuerdo con lo que seguramente no entiende y se cruza de brazos como las colegialas denotando rechazo hartas del choro mareador de algún galán alcoholizado que quiere convencerlas de que ?él es el macho?.
La parte más evidente del plan mediático entre Televisa y PRI-Gobierno es cuando Andrea dice:
¡Ah eso suena muy bien, eso suena muy bonito, es muy motivante de verdad, emociona escucharlo!
¿Así o más adulador, así o más manipulador, así o más falso, así o más ridículo, así o más torpe, así o más inducido, así o más inverosímil, así o más pusilánime, así o más Zabludovsky, así o más Televisa? Todo esto pareciera decir Andrea Legarreta cuando dice falsamente emocionada como cuando se finge un orgasmo, las anteriores palabras al referirse a lo dicho por Enrique sobre los ?beneficios? que tendremos con estas reformas.
Lo que es verdad no necesita ser evidenciado.
Enrique y su equipo de comunicación están llevando su mensaje de prosperidad, cambio, ahorro, trabajo, bienestar y todos los beneficios que las reformas traerán a nuestro país según ellos por supuesto, a un target o audiencia masivo pero de muy bajo poder adquisitivo, a ese público que le cuesta trabajo acceder a los medios de comunicación no oficiales, no abiertos y que son masivos, comerciales y por ende sumamente vistos y disponibles a los más de 50 millones de pobres de nuestro país, esto en realidad es un control mediático, aprovechando la estructura de la televisora más poderosa de América Latina que obviamente siempre y desde su fundación ha servido para controlar las mentes de los mexicanos como una herramienta del PRI y del estado, pero así como Andrea Legarreta cuando se cruza de brazos y se muestra con la mente en blanco frente al presidente, así es como la mayoría de los mexicanos ven estas reformas que, si son tan nobles y maravillosas, no tendrían por qué ser ?magnificadas y divulgadas? simplemente dejar que se cumplan los increíbles beneficios.