La Reforma Energética y toda su legislación alrededor han alcanzado un punto de oscuridad comparable solamente con un filme de Cocteau y un grado escalofriante similar a un cuento de Lovecraft y casi tan inteligible como las analogías que usted acaba de leer.

Dado lo complejo del tema, más lo enredado que lo tratan de hacer los políticos mexicanos, he decidido resaltar tres puntos que considero medulares de la mencionada Reforma: por un lado el tema ambiental, luego el marco político para abrir la competencia en el sector y finalmente los pasivos en Pemex.

Fracking: Contaminemos México

Quisiera retomar parte de un artículo que ya hemos publicado con anterioridad en este portal. La Reforma Energética tiene su base en la explotación de las rocas del gas de lutitas para reducir las importaciones de gas natural, a esto se le conoce como fracking.

Como lo señala un texto difundido por la Alianza Mexicana en contra del Fracking, “Debido a la complejidad de la extracción del gas natural y otros hidrocarburos en los yacimientos de lutitas se requiere abrir cientos de pozos en una región, lo que genera competencia por el agua con el uso humano y otras actividades económicas”

“El fracking consiste en la fractura de roca de lutita en la que se encuentran atrapados los hidrocarburos, a profundidades de entre 1 y 5 kilómetros, mediante la inyección a alta presión de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas, muchas de ellas de alta toxicidad.” Esto significa que toda esa gran cantidad de agua se pierde por completo.

En términos ambientales se puede concluir que “La apuesta por el gas de lutitas supone altos costos sociales, ambientales y económicos, pone en riesgo la garantía del derecho humano al agua y a un medio ambiente sano, y no es una alternativa para el combate al cambio climático.”

En otros países como en Rumania o Polonia se han registrado fuertes protestas en contra del fracking, a tal grado es el disgusto, que Chevron tuvo que detener la explotación del shale gas (Reuters). Por lo tanto pienso que deberíamos seguir su ejemplo y aprender de los errores de otros paises.

Quisiera añadir una breve anécdota. Hace varios meses asistí a la presentación de un libro en donde en el brindis tuve la oportunidad de hablar con un eminente doctor experto en temas de política interna, el cual es de los respetables, a tal grado que participa en el programa Primera emisión de MVS con Carmen Aristegui.

Pude charlar con el respetable y aproveché para preguntarle sobre por qué en ninguno de los medios en los que colabora había hablado sobre el tema. La charla iba muy bien hasta que llegamos a ese punto y solamente se limitó a decirme que “no estaba muy enterado del tema”, le dije doctor, yo he publicado un par de artículos sobre el tema, se los comparto… y sólo se limitó a despedirse. Así de espinoso es el tema.

En este enlace puede ver más a detalle y con una gráfica animada de lo qué trata el Fracking y los miles de litros de agua desperdiciada que conlleva.

TLC y petróleo: Un peligro para México

La abogada Lori Wallach, de Public Citizen aseguró que el sometimiento de dicha reforma a tratados internacionales traerá graves consecuencias para México, sobre todo en materia de energéticos.

Debemos resaltar el Artículo Séptimo de la Reforma Energética el cual señala que “Las dispociones legales sobre contenido nacional deberán ajustarse a lo dispuesto en los tratados internacionales y acuerdos comerciales suscritos por México”.

Por su parte Wallach, egresada de Harvard, destaca que principalmente el punto once del TLCAN es perjudicial para México, ya que con ello pueden obligar al gobierno a anular normas y regulaciones si van en contra de sus propios intereses finacieros,  lo que da paso a los llamados derechos supranacionales:

Estos derechos incluyen una norma garantizada de compensación de costos de regulación y el derecho de demandar al gobierno mexicano ante un tribunal internacional si por alguna razón están insatisfechas con cualquier acción o política gubernamental que consideren que mina sus ‘ganancias esperadas a futuro’.”

Es de esta manera es que si alguna de las petroleras ve impedidos sus intereses económicos y expectativa de ganancias o de crecimiento, puede apelar a dicha cláusula y pasarse las leyes mexicanas o de cualquier país por el arco del triunfo.

La entrevista realizada a Wallach menciona todos los puntos en contra que un acuerdo internacional como el TLCAN puede tener para el país en cuestión, mismos que observamos en el caso ecuatoriano y que podrían suceder en México. 

Cabe resaltar que en Ecuador la compañía Chevron causó un desastre natural, por su parte el presidente Rafael Correa defendió su territorio y ha tratado de expulsar a la petrolera. Para el caso de México no quiero pensar qué sucedería, a sabiendas de que quien nos representa no defenederá la nación, ni tomará medidas drásticas si es que se llegan a dar situaciones similares a las del mencionado país.

El caso que expongo y la previsión de un escenario similar en México es algo probable y apelo a la historia y a las reglas bajo las que vivimos luego de la firma del TLCAN.

Como podemos observar estos acuerdos a los que estamos sometidos no nos han beneficiado como se esperaba, incluso en algunos casos nos han llegado a perjudicar y si ya existe un punto de acuerdo de esta naturaleza, ese marco jurídico regulatorio será aplicable también en el caso de la Reforma Energética.

Y el tema es más extenso si planteamos este contexto en la apertura del sector en cuanto a gasolineras y compañías que generarían “competencia”. Como lo hemos expuesto con anterioridad a la industria gasolinera mexicana como su cine, se quedaría opacada por los productos estadunidenses, puesto que tienen preferencia para comercializar y competir en nuestro país.

Deuda pública desde Pemex. ¿Quiénes son los pasivos?

Con la novedad de que los diputados aprobaron en aproximadamente cuatro horas convertir la deuda pública los pasivos laborales que Pemex ha acumulado por 78 años y que deberemos pagar los mexicanos. Sólo faltaría la aprobación del Senado.

De acuerdo al oficialismo, los analistas que nos hemos dedicado por años a temas de política nacional o interna (domestic policy), no sabemos nada, no sabemos interpretar y por supuesto, afirman que estamos errados en el tema de los pasivos al llamarlo #PemexProa o FobaPemex, en alusión al Fobaproa.

Lo cierto es que existen deudas públicas generadas por malos políticos, la remembranza más cercana es el rescate bancario, pero también de las recientes podemos destacar los billonarios endeudamientos estatales que han dejado gobiernos como el de Humberto Moreira, y pésimas administraciones como la de Montiel.

Aunado a ello hemos tenido un alza en los impuestos y cada primero de mes pagamos más por litro de gasolina. Luego entonces los mexicanos debemos cargar con todo eso más lo que se nos viene… Además con nuestro sueldo deberemos pagar las pensiones de Pemex, cuando ya una vez el pueblo le aportó dinero durante la expropiación.

Este tema de la Reforma Energética se pone color petróleo, como lo mencionamos en la introducción, pero la peor parte es que esto apenas comienza.

Es así que parece que los pasivos somos los mexicanos, mientras que los políticos andan muy activos haciendo negocios.

El Opinador

@LaColumnaMx