Gracias a las nuevas modificaciones del registro civil capitalino, no se leerá más en el Distrito Federal la epístola de quien participara en la redacción de las leyes civiles de 1859 y que Benito Juárez expidiera en el puerto de Veracruz como “Ley de matrimonio civil” por considerarse hoy en día fuera de onda o discriminatoria, a continuación dejo algunos párrafos y su respectivas observaciones.

Articulo 15 Epístola de Melchor Ocampo...Que éste es el único medio moral de fundar la familia, de conservar la especie y de suplir las imperfecciones del individuo que no puede bastarse a sí mismo para llegar a la perfección del género humano.

¡Uy uy uy! Eso es muy duro, sobre todo para la moral de muchos que no cuentan con una familia y eso de la conservación de la especie pues simplemente habrá que checar eso de la sobrepoblación que a mi parecer se da por la calentura y no usar condón en un hotel de paso como creo yo, es donde se fabrican o se conciben la mayoría de los mexicanos y no para llegar a la perfección de género y especie.

...Que éste no existe en la persona sola sino en la dualidad conyugal. Que los casados deben ser y serán sagrados el uno para el otro, aun más de lo que es cada uno para sí.

Creo que la epístola no considera a los "forever alone" ni a quienes han decidido existir por sí solos, sin recargarse o estar a expensas de los demás. Se les conoce como "individuos".

…Que el hombre cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar, y dará a la mujer, protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando este débil se entrega a él, y cuando por la sociedad se le ha confiado.

Me imagino musculoso y sin camisa diciéndole a mi mujer: “A ver tú, las cosas se hacen así, mientras la protejo de mí mismo seguramente y tratándola como retrasada mental con mucho cariño por supuesto”. Creo que los grupos feministas no estarían muy contentos cuando se les considera "débiles" a las mujercitas y algo que no sabía es que mis dotes sexuales son mi “fuerza y valor”, claro que Melchor Ocampo no pudo ver el video de cuando asaltan a Edith González y su esposo sale disparado de miedo para regresar casi de inmediato a entregar su reloj cuando ve que su indefensa pero tranquila mujer es amagada por el asaltante.

...Que la mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura, debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo.

Como que el párrafo anterior no me lleva a pensar mucho en Paquita la del barrio y si ponemos los pies en la tierra y nos conectamos con la realidad, la abnegación es parte de la devaluación y la belleza, la compasión y la perspicacia no está en todas las mujeres y hasta hoy la mayoría de las féminas que conozco no se manejan mucho por la obediencia, el agrado, la asistencia el consuelo y el consejo a sus parejas, en realidad muchas son mucho más fuertes, inteligentes e independientes que sus hombres y no veneran comúnmente a sus parejas o a las ratas de 2 patas como Paquita les ha bautizado.

Y así la epístola de Melchor Ocampo que tiene otros párrafos más, va a ser recordada como algo del extraño pasado de las relaciones utópicas y arcaicas interpersonales de los mexicanos.