El anuncio del regreso de la Fórmula 1 a México es uno de los grandes negocios del sexenio y de dar resultados económicos y deportivos puede convertirse en una de las palestras de grandes ganancias seguras en el país, pero los empresarios beneficiados suscitan cuestionamientos que ponen entredicho el éxito final de dicho evento.

 Debido a su importancia económica el regreso a la Fórmula 1 es tratado como un asunto de Estado, donde la titular de la secretaría de Turismo, Claudia Ruiz Massieu y el jefe de Gobierno del DF Miguel Mancera, han conducido personalmente las gestiones para el regreso del automovilismo profesional, incluso sus declaraciones y sus cálculos alegres o risueños venden la idea del regreso de México al escenario mundial de los eventos deportivos encendiendo la velita de los más entusiastas de pedir en la próxima década la organización de un mundial de futbol pare ver si así llegamos al quinto partido.

 Incluso se rebasa lo deportivo al considerar que México se exhibirá como parte de las economías rivales de los afamados BRICS, al liderar al grupo de los MINT conformados por México, Indonesia, Nigeria y Turquía, ya que en propias palabras de la secretaria de Turismo  “el momento que vive nuestro país fue determinante para que la F1 vuelva a México, porque las economías más potentes del mundo albergan o han albergado por lo menos una carrera de F1”.

Los números del negocio de la Fórmula 1 que se presentan son maravillosos por ejemplo: el beneficio económico que se espera por las cinco ediciones del  Gran Premio de México en el Distrito Federal, entre 2015 y 2019,  “representará un beneficio económico cercano a los dos mil millones de dólares, que a su vez, generarán más de 18 mil empleos directos e indirectos”.

 Asimismo se proyecta una derrama de 45 millones de dólares durante la semana de la carrera en cuartos de hotel, dado que durante ese período seis de cada 10 habitaciones en el DF serán ocupadas por aficionados del Gran Premio de México, y en total representarán casi 73 mil noches de hotel durante el evento.

Los gobiernos Federal y del  Distrito Federal, en conjunto con  la iniciativa privada invertirán en promedio  72 millones de dólares  anuales en la organización  del Gran Premio de México.  Durante el periodo inicial de cinco años,  la SECTUR tiene contemplado un beneficio económico cercano a los 2 mil millones de dólares, con la generación de 18 mil empleos directos indirectos.

 Pero después de tantos números y grandes expectativas, ¿por qué el gobierno federal vía @SECTUR_mx  y el gobierno del DF se asocian con grupos empresariales de dudosa reputación? ¿Por qué se premia la corrupción y opacidad? ¿El presidente y el jefe de Gobierno del DF  saben que uno de los grandes negocios del próximo lustro está en manos de “empresarios” que están bajo la sospecha legal de tráfico de influencias y lavado de dinero?

Estamos hablando del grupo empresarial Corporación Interamericana de Entretenimiento CIE liderado por Alejandro Soberón Kuri, el mismo grupo que tuvo a cargo  las celebraciones del centenario y bicentenario de la revolución e independencia de México, no sólo de uno los negocios más rentables sino uno de los espectáculos más frívolos puestos escena, sólo comparables a la ceremonia de inauguración del pasado mundial de futbol en Brasil o el concierto de U2 en el estado Azteca, el último también organizado por CIE.

Las sombras de la corrupción que caen sobre el grupo  CIE es la ya citada organización de las fiestas del bicentenario y centenario de nuestras grandes gestas heroicas que pasaron insisto por la banalidad de los negocios y la frivolidad histórica, de acuerdo con el informe de la Cuenta Pública del 2010, empresas filiales del Grupo CIE (Make Pro S.A de C.V.; Creatividad y Espectáculos S.A. de C.V.; Unimarket S.A de C.V.; Bconnect Service S.A de C.V y Publitop S.A de C.V.) recibieron contratos por 1 mil 51.3 millones de pesos del Fideicomiso del Bicentenario, lo cual representó el 28 por ciento de los 3 mil 750.9 millones de pesos que fueron operados de 2008 a 2010.http://goo.gl/pPfBdZ

 Esta concentración de dinero habla claramente de una red de corrupción basada en el favoritismo que benefició a una empresa no por la calidad de sus servicios, sino por la calidad de sus conexiones políticas, dando resultados frívolos y opacidad en el uso de los recursos, cuestión que se extiende al caso de los casinos donde Alejandro Soberón Kuri dueño de la empresa CIE es el segundo empresario con más casinos al contabilizar 52 y operar la Administradora Mexicana de Hipódromos S.A. de C.V. o sea el hipódromo de las Américas. http://goo.gl/xOA8cb

 Con estos activos económicos y políticos Alejandro Soberón Kuri ha podido bloquear toda una investigación referente a los casinos por parte del gobierno federal y amedrentado a una comisión investigadora de la Cámara de Diputados.

La estela de corrupción abarca sus socios y prestanombres, en primer lugar Rodrigo González Calvillo, quien es el verdadero dueño del Hipódromo de las Américas junto con a Alejandro Soberón Kuri, tienen en los hermanos Alamán González los gerentes de las corruptelas de la complicidad que se tejen entre políticos y “empresarios”. Sergio Alamán está al cuidado del Hipódromo de las Américas que desde su administración sólo reporta pérdidas http://goo.gl/aTkND7  o su hermano Federico que siendo director general de Nascar México ha impulsado el desvío de recursos públicos para la organización de sus emocionantes carreras como se ha comprobado en Aguascalientes y con sospechas fuertes en Chiapas http://goo.gl/RfkOxV

 Asimismo recordemos que CIE tiene otro socio mayoritario en la persona de Carlos Slim, quienes podrían concretar además del negocio de Grand Prix de México el negocio de las apuestas de televisión y en línea.

No olvidemos que CIE  fue la empresa más beneficiada por Santiago Creel con más de 60 permisos para casinos Yaks y Royal, y que siguen manteniendo en su nómina a su testaferro Manuel Pacheco Hinojosa, el mandamás de las carreras de caballos y las apuestas en el Hipódromo de las Américas, tan denunciado por hacer trampa y favorecer a las cuadras de Germán Larrea, el dueño de Grupo México.

¿Con el Grand Prix de México se pretenderá establecer una sinergia que involucra a los casinos pasando por el Hipódromo de las Américas, dando extraordinarios dividendos quienes han dado magros espectáculos y rendiciones de cuentas con opacidad?

 

Esto ya suena casi a una conspiración empresarial donde las “empresarios panistas” tienen a varios infiltrados en el gobierno actual para poder seguir haciendo negocios como en los pasados sexenios, basados en el favoritismo y la opacidad, sin ningún respeto a la ley y en este caso al gobierno quien no ha podido ir contra de los vampiros de los sexenios anteriores que desangraron al país y, un jefe de Gobierno del DF que no es capaz de ver el alcance siniestro que están por venir a velocidad de un monoplaza de Fórmula 1 en la Ciudad de México.

El Grand Prix de México va en el camino de convertirse en un caso similar al de Oceanografía o de los casinos, donde el gobierno actual le tiembla la mano para poder hacer frente a los socios del panismo por las repercusiones futuras, al final lo más corrupto del panismo aún no se ha ido del gobierno y parece que no tiene fecha de caducidad, lo podemos apostar.