Lo bueno de ser vecinos de los gringos y no de los israelíes es que cuando un niño mexicano le avienta una piedra a un guardia fronterizo estadounidense desde este lado del Río Bravo, el tipo saca su pistola y dispara sobre el cuerpo indefenso del chiquillo, pero cuando eso mismo sucede con los guardias israelíes en la Franja de Gaza, la milicia responde con un bombardeo de 100 a 200 proyectiles dirigidos a hospitales, escuelas, templos y casas habitación. Parejo ¿no? Claro los dos ejemplos anteriores tienen que ver con el uso excesivo de la fuerza, la falta de equilibrio en una contienda, la estupidez y la sed de sangre provocada por el odio y la locura.

Si usted creía que como mexicano era el único manipulado por los medios de comunicación y sus políticos o que en México teníamos a la clase política más absurda del mundo está en un grave error, quizá la más corrupta sí, pero no la más salvaje y demente, esto lo podemos comprobar con el pensamiento y el actuar de la clase dirigente israelí y su milicia que sostienen una lucha totalmente dispar contra sus “enemigos naturales” los palestinos. Acá en México nos tiene engatusados con el futbol, las telenovelas y con la esperanza de un México mejor que tiene la varita mágica de la reforma energética, la de telecomunicaciones y la electoral y como los súper sesudos analistas como yo debatimos estas propuestas que bien sabemos no va a pasar nada con la mayoría de los mexicanos, salvo quienes obtengan licencias de televisión o explotación de hidrocarburos que se volverán más ricos aún, pero los israelíes son manipulados con criterios mucho muy diferentes a nosotros.

Para un mexicano común, la manipulación por medio del odio hacia una raza o un país no es muy funcional porque estamos hechos como dicen algunos de chile, de dulce y de manteca, somos el producto de la mezcla de unas razas europeas con otras del Medio Oriente que después llegaron a América y se mezclaron con las aborígenes dando pie a lo que hoy somos los mexicanos, un pueblo mestizo y devaluado, pero que debido a estas razones, no somos proclives a odiar a otras razas porque estaríamos odiando a pequeño porcentaje de nuestro propio ADN, en realidad, somos más bien clasistas, en donde para nosotros es más importante tener dinero o posición socio económica y política que ser de raza pura por eso es que muchos políticos y sus hijos lucen sus viajes, lujos y excesos en las redes sociales y otros los alaban, aunque estén muy feos y nacos. (Y este comentario es clasista).

La pureza como manipulación.

Unificar la locura es más fácil cuando los manipulados son muy afines entre sí y los israelíes presumen de ser una raza milenaria “la judía”, en la que no es muy bien visto que se casen o tengas hijos con otros fuera de su grupo étnico, por lo que en su gran mayoría terminan casándose entre ellos para conservar su “pureza” al mismo tiempo tienen su propia religión “la judía” que no comparten con nadie por lo que no se les ve de puerta en puerta tratando de convertir a nadie a su religión ni convencerlos de que su dios es el verdadero, que por cierto es la raíz y base del catolicismo y en donde no cualquiera puede entrar a sus templos conocidos como sinagogas sumado a que tienen su propia lengua “el hebreo”.

Su funcionamiento como religión y raza para algunos (y me incluyo) parece más una especie de grupo secreto a lo “Iluminati o Masón” y esto da pie a un cierto sectarismo provocado por ellos mismos del cual los propios dirigentes políticos y religiosos que no distan mucho unos de otros, utilizan para promover entre los judíos de todo el mundo una especie de misterio y misticismo a su raza y unificación contra los demás, aunque a los demás nos importe poco lo que ellos piensen o hagan con sus costumbres o dentro de sus templos, pero sirve y les sirve muy bien para manipularlos y hacerles creer a muchos, pero no a todos, que son envidiados y enemigos de otras razas o religiones por sus costumbres e ideologías pervirtiendo a muchos en sus mentes, haciéndolos creerse “diferentes” al resto de la humanidad.

No todos los judíos están de acuerdo con los ataques a Palestina.

No todos los judíos están a favor del pretexto genocida contra los palestinos, hay muchos en muchas partes del mundo que difieren y están en contra de los ataques israelíes contra el pueblo palestino y que los ven como una masacre ventajosa contra un pueblo pobre y humillado, eso lo debemos entender muy bien porque en muchas partes del mundo se comienza a dar un antisemitismo por las salvajes acciones en la Franja de Gaza, son los dirigentes y la milicia israelí quienes están masacrando al pueblo palestino no los judíos del mundo, pero en esa estrategia por “cuidar su territorio” se comienzan a ver acciones en algunos países en donde les están negando el acceso a lugares, ofendiendo y discriminando a cualquiera que sea judío y eso es un daño colateral que en poco tiempo va a darle un dolor de cabeza a muchos gobiernos por conflictos entre sus propios ciudadanos que podrán utilizar el estúpido pretexto nazi para saciar su sed de sangre que ya comienza a verse en algunas partes del mundo sobre todo en Europa.