Decía Felipe Stanhope de Chesterfield que “la cultura se adquiere leyendo libros; pero el conocimiento del mundo, que es mucho más necesario, sólo se alcanza leyendo a los hombres y estudiando las diversas ediciones que de ellos existen”. 

Estamos a tres meses de concluir con una etapa de nuestras vidas que comenzó todo por curiosidad, por interés y por amor a México. Dentro de la Escuela Nacional de Cuadros, la enseñanza-aprendizaje ha ido más allá de simples textos, vídeos y/o conferencias; se ha convertido en un reto de ser cada día los mejores, no sólo en el quehacer político, sino también en nuestra forma de vida.

Uno de los eventos más importantes e impactantes dentro de la cultura Yaqui es el momento cuando los jefes o autoridades tradicionales reciben su nuevo cargo, pues no sólo era una encomienda, sino toda una forma de vida. Cuando se asume una nueva responsabilidad, cada uno de nosotros desea hacer lo mejor de sí mismo, entregarse en cuerpo y alma y como bien dice el Mtro. Gerardo Ruiz Esparza: “No hay mayor honor que el servir a nuestro prójimo, porque la política de eso se trata de ayudar y servir para mejorar nuestras vidas”.

Quienes asumimos el reto de capacitarnos dentro de la ideología del PRI representamos la generación del cambio, aquella que tiene el ímpetu y la fortaleza de seguir por el rumbo de la transformación, asumimos este reto con plena convicción, porque la Escuela de Cuadros no sólo se trata de un programa educativo, sino de toda una vida dedicada al servicio de los mexicanos.

Dejamos en ocasiones de hacer asuntos personales por dedicarle nuestro tiempo a la entrega y recepción del conocimiento y el desarrollo de habilidades. No somos excepcionales, pero sí somos quienes estamos dispuestos a servir con dignidad, pasión y amor por México.

El Juramento Yaqui, es algo que toda persona debe conocer, hacer suyo y nunca olvidar, pues no hay mayor honor que el servir a los demás y en la Primera Generación de la Escuela Nacional de cuadros siempre lo tendremos vigente.

“Para ti no habrá ya sol

Para ti no habrá ya noche

Para ti no habrá ya muerte

Para ti no habrá ya dolor

Para ti no habrá ya calor

Ni sed, ni hambre, ni lluvia,

Ni aire, ni enfermedades, ni familia…

Nada podrá atemorizarte

Todo habrá concluido para ti

Excepto una cosa: el cumplimiento del deber

En el puesto que se te designe.

Allí quedarás para la defensa de tu nación

De tu pueblo, de tu raza, de tus costumbres.

¿Juras cumplir el mandamiento divino?

Ewi (Si)



¡Gracias a todos por ser parte de este gran viaje!