Dos hechos ensombrecen la vida de amplios sectores de nuestro país y del mundo. El fascismo israelita está masacrando al pueblo palestino en la Franja de Gaza, mientras  la indiferencia de los muchos da pena ajena. Excepto Bolivia y Brasil, los demás países y gobiernos callan la atrocidad de los asesinos sionistas. El pueblo mexicano no solo no dice ni hace nada contra estos asesinos, tampoco lo hace para condenar lo que están haciendo los fascistas mexicanos. Peña Nieto y sus acólitos, le están robando a la nación todas sus riquezas, y las grandes masas ciudadanas siguen sin reaccionar. Rafael Moreno Valle reprime, encarcela y mata y no pasa nada. Ambos están haciendo un experimento siniestro a costa de la seguridad y la paz de la gente. No se conforman con desmantelar PEMEX y la CFE. Las reformas las quiere imponer con balas. La entrega antipatriótica de todo lo que es riqueza y propiedad de la nación, es una cosa grave, muy grave, como para que este pueblo nuestro no diga nada.

Pero una cosa está latente en todos los rincones de la Patria. La zona Centro Sureña de México, está despertando y ya se organiza para resistir estas políticas y echarlas para atrás. Los pueblos de la sierra Norte de Puebla, con toda una historia en sus haberes, expresada por los zacapoaxtlas de mil ochocientos sesenta y dos, están afilando sus  pensamientos y sus acciones para emprender la lucha contra las empresas transnacionales que quieren despojarlos de sus tierras y sus riquezas naturales. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Morelos y Tlaxcala, ya denuncia y actúa en contra de la existencia de megaproyectos como el “Gasoducto Morelos” la construcción de termoeléctricas, minas a cielo abierto y carreteras, instrumentos para hacer efectivos los despojos.

En la sierra norte de Puebla existen más de veinte concesiones a empresas canadienses, chinas y mexicanas -de estas últimas el dueño es Carlos Slim- todas funcionan a cielo abierto. Están extrayendo oro y plata. Construyen seis hidroeléctricas para darles energía. Las comunidades afectadas son Zautla, Tetela, Amaxtitlán y miles de indígenas afectados por el robo de sus tierras y de sus bienes. 

Ya no hablemos de las llamadas ciudades rurales, las cuales según el gobierno, ayudan a concentrar la fuerza de trabajo aunque esto sea a costa de los malos servicios y del hacinamiento. ¿Pero en el fondo, qué es lo que está de por medio? Lo que todo mundo ve es una rapaz entrega de los recursos naturales a las compañías extranjeras. ¡Es la venta de México! En el interior de estas políticas está el experimento siniestro de Peña Nieto y sus mafiosos. Saben que lo que están haciendo con el país y sus riquezas, tarde o temprano va a desembocar en conflictos sociales de grandes dimensiones. Los ánimos ya se están encrespando en todos los rincones del país.

A donde quiera que se eche una mirada, se da cuenta el ciudadano del grado de pobreza que vive la gente y el país, todo está en ruinas. Hay una vejez en el mobiliario urbano que no se había visto en décadas. En la ciudad de México los baches y los barrotes en calles y banquetas, es el “orgullo” de Mancera y de quienes han privatizado esos espacios públicos. Millones de jóvenes y viejos llenan las calles buscando la forma de subsistir. Miles y miles están engrosando las filas del crimen organizado y desorganizado. La incompetencia de los gobiernos de todos los niveles y la corrupción de los mismos, son dos jinetes del apocalipsis que corren desbocados. Esto va a desencadenar las revueltas sociales en este país.

Peña Nieto sabe que no las tiene todas consigo, que su popularidad está en 4.7 puntos de aprobación. Por eso se está recargando en el fascista Rafael Moreno Valle para pulsar el grado de aceptación o de repulsa que tendría el uso de la fuerza al través de la Ley Bala. Saben que sus reformas no están resolviendo nada,  y en cambio, todas van a desembocar en grandes movilizaciones de masas, que no podrán parar con la represión.

La Ley Bala es el experimento de Peña Nieto y sus genízaros. Lo que pasó en Chalchihuapan, Puebla, con la muerte del niño José Luis Alberto Tehuatle, es un acto fascista de Rafael Moreno Valle con la complicidad de Peña Nieto. Es un experimento en las técnicas y políticas para intimidar y contener las luchas de los pueblos que ya se están dando para rescatar sus tierras, su dignidad y el ideario de Zapata. El anti patriotismo y la traición de los que sin consulta están entregando todo a las transnacionales, son totalmente repudiables. La dignidad y los derechos de los pueblos originarios, terminará por imponerse. El experimento de la Ley Bala no pasará. Los fascistas serán otra vez derrotados.

No estaría por demás que el PRIANRD tomara nota de la historia que trae pegada en sí mismo el pueblo de México. Nunca ha sido un pueblo dejado aunque hoy esté atolondrado por tanta porquería que le han echado encima los mafiosos del poder. Pero que no le sigan aventando leña al fuego. No subestimen a quien ha dado muestras sobradas de que sabe defender sus derechos y sus recursos naturales. ¡No se vuelvan a equivocar, mafiosos, traidores a la Patria. ¡El pueblo se está poniendo de pie!