Estimado lector, aprovecho para saludarle de nuevo en este mi espacio editorial. Me gustaría tocar un tema que no muchos lo discutimos cotidianamente con familia, amigos y compañeros de trabajo, que en sí proviene de circunstancias que están en boca de todos pero no se matiza como debiera. Los dictámenes de la reforma energética fueron aprobados en días anteriores en la cámara de senadores y en la comisión de energía de la cámara de diputados, ahora falta ser aprobada por todo el pleno de la misma, sin embargo he notado que independientemente de aceptar la poca productividad y rentabilidad de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para poder extraer el crudo de los mantos acuíferos profundos, así como la extracción del gas natural y la refinación de hidrocarburos, por lo cual todos sabemos que necesitamos ayuda, en este caso de la industria privada (que en su mayoría será de capital extranjero) a cambio de una comisión derivada de la venta del petróleo, esta reforma quiere hacer que los mexicanos tengan la producción continua del petróleo ya que es el principal ingreso del país, aunque, en ningún momento se ve que exista un impulso declarado por la creación de energías renovables, que no ponen en una posición de desequilibrio ambiental a nuestro país. México es uno de los países con mayor riqueza y abundancia en recursos naturales, como lo son los hidrocarburos, minerales, piedras preciosas, costa y climas que permiten la producción de alimentos, tanto cárnicos como agrícolas, pero estos recursos por más renovables que sean no son eternos, menos si se trata de sobreexplotar el subsuelo ocasionando desbalanceo natural por medio de la emisión de contaminantes y la alteración de las placas subterráneas en nuestro territorio. Países avanzados en tecnologías y prácticas de producción de energías renovables como Holanda y Alemania pueden dar soporte a empresas del sector privado, y por qué no, público de la producción de energía solar por medio de celdas solares, turbinas eólicas, entre otras. ¿Qué le parecería un incentivo fiscal en la utilización de este tipo de energías en la producción o los procesos de su empresa? Para cómo están créame que muchos empresarios del tipo corporativo y pymes lo considerarían como una opción.

El medio ambiente se debe de preservar ya que independientemente que los frutos de estas reformas en materia energética se empiecen a ver tangibles en un largo plazo (de diez a veinte años) nuestra plataforma de recursos naturales puede verse muy disminuida y perderíamos nuestra ventaja competitiva de tener acceso a las riquezas que nos dio la madre naturaleza, para que la riqueza, utilidades o beneficios de la explotación de ésta se lo lleven los extranjeros, tal y como sucede con el oro, plata y demás minerales preciosos. Agradezco el regalo de su tiempo en este mi espacio, y espero leernos la próxima semana. Saludos.