Será, sin duda, el inicio de una semana clave para el futuro de las reformas estructurales que emprendió el presidente Enrique Peña Nieto como el camino más viable para resolver los graves problemas que le heredaron sus antecesores inmediatos del PAN y los priístas que fueron inquilinos de Los Pinos desde Luis Echeverría hasta Ernesto Zedillo.

El país que recibió Peña Nieto directamente del docenato panista que encabezaron Vicente Fox y Felipe Caderón, estaba en una de sus crisis más agudas.

Economía estancada, corrupción desatada y violencia e inseguridad incontrolables, eran los ingredientes de la explosiva situación social que vivíamos, y seguimos viviendo en muchos casos, aunque atendidos más profesionalmente y con mayor orden.

Las reformas propuestas por Peña Nieto eran la única opción para tratar de superar esa condición de emergencia generada por la impericia panista para gobernar que nos tenía al borde del estallido social.

Tanto Fox y su familia, así como Felipe Calderón y la suya, comodina y convenencieramente solo tomaron del PRI las más reprobables mañas y conductas.

Pues hoy se inicia en San Lázaro la madre de todas las batallas legislativas del presente sexenio, misma que traerá como consecuencia la madre de todas las batallas mediáticas de los últimos trece años.

A continuación los probables escenarios:

1.- Las oposiciones.

Un abigarrado conjunto de opositores (ahora hasta los ultra colaboracionistas de los Chuchos serán oposición para no dejar ese discurso en el monopolio del mesías del Edén, Andrés Manuel López Obrador).

Los opositores a las reformas peñistas, cada quien con su líder y cada uno por su lado, se desgañitarán en San Lázaro para decir cuando menos lo siguiente:

a)  Que la reforma energética entregará el petróleo y todos los recursos similares como la electricidad, la geotérmica, la energía nuclear, etc. a los extranjeros.

Falso totalmente.

La Reforma Energética no contiene ningún elemento que permita presuponer lo anterior.

b) Que la Reforma energética quitará sus tierras a los campesinos. Ese apartado es un poco complejo en su explicación y más lo será en su aterrizaje.

Falso también, porque está claro que la reforma no atenta contra la propiedad social de la tierra en México como hoy se tiene.

c)  Que las compañías extranjeras serán las grandes beneficiarias de los mega contratos que se generarán a partir de la puesta en operación de las reformas. Ese será un reto para las empresas nacionales que tendrán que demostrar que tienen un sistema más moderno y competitivo en la explotación de sus recursos energéticos.

Falso en términos generales. En algunos casos específicos habrá que esperar a ver si las efectivamente empresas nacionales del ramo son técnicamente competitivas.

En caso de que no lo fueran, estarán pagando el precio de sus rezagos en la búsqueda y aplicación de las tecnologías de punta.

d)  Que habrá una gran corrupción en el otorgamiento de contratos en el sector energético.

Falso hasta en sus apreciaciones técnicas.  La regulación que propone la reforma energética en ese sentido tiene unos candados muy fuertes para controlar el fenómeno del contratismo que se enquistó en PEMEX y en la CFE y del que son impresentables prototipos el caso Oceanografía (capítulo que todavía no se cierra) y la intervención del sindicato en esa operación toda vez que ya quedó fuera del Consejo de Administración de PEMEX.

2.- Los medios.

Un grupo de medios de comunicación con intereses bien identificados, se han convertido en los críticos de oficio de las reformas estructurales peñistas y han convocado alrededor suyo a pandillas de intelectuales y analistas que son antipeñistas por puro gusto y antigobiernistas por obsesión.

El Reforma donde columnistas anónimos y pistoleros a sueldo como René Delgado le pegan duro al peñismo, unas veces con razón y la mayoría de las veces porque siguen indicaciones de los dueños, mismos que se creen, me refiero a los Junco de la Vega, los ciudadanos Kane del país.

Reporte Índigo manejado desde Nueva York por el español Antonio Navalón, trabajando sus críticas con base en lugares comunes de sus “correligionarios” para hacerse sentir como independientes en que por inercia se dediquen a especular con acciones gubernamentales. Son éstos de los que se dice que escriben con la mano izquierda y cobran con la derecha.

MVS noticias de Carmen Aristegui con sus muy bien seleccionados temas que trata con un amarillismo de tono tan subido que en ocasiones la pierde.

La Jornada que tiene en sus listas de analistas a dinosaurios muy respetables que profesan un nacionalismo y un liberalismo nacionales sin tacha. Pero también presenta opiniones tan sesgadas como las de Enrique Galván, quien por cierto es un aburrido comentarista en el noticiero de Aristegui.

Acaba de morir lamentable uno de los más emblemáticos opositores lúcidos y congruentes de La Jornada como lo fue el Maestro Arnaldo Córdova.

El Proceso, que periodísticamente no acaba de bajar del avión y lo mismo te reportea a los cárteles de la droga que sin más datos que unos viejos expedientes, o a contratistas extranjeros como lo hace en su número que ya circula en esta semana.

Su investigación sobre las grandes constructoras extranjeras que vendrán a hacer su agosto con la inversión mexicana en infraestructura, es por demás superficial y por lo tanto desinformadora.

Pero para fortuna nuestra, es decir los mexicanos de a pie, los comunicadores del peñismo no se han quedado con los brazos cruzados.

Han logrado para las reformas una gran aceptación popular, según lo dicen encuestadoras serias, ello a pesar del griterío en contra que arman un día sí y otro también, los profesionales de la protesta.

A pesar de que ese tipo de medios no son de los que se convencen con razones y argumentos, los comunicadores de Los Pinos encabezados por el jefe de la oficina presidencial Aurelio Nuño, político sensible y diligente, han logrado efectivamente que la sociedad acepte las reformas como la posibilidad más cierta de mejoría que tiene el país.

Y lo han hecho de una manera tan profesional, que con datos duros y buena estrategia de complementación entre ese equipo, tienen a las reformas y al verdadero nivel de aceptación de la figura del presidente en un lugar muy aceptable.

David López, zorruno como siempre, atiende el sector de los medios que tienen su mejor posicionamiento en espacios fijos, sean escritos o noticieros cotidianos de radio y televisión.

No es tarea fácil, pero David López, nuevo e indiscutible jefe del chilorio power, lo ha conseguido. Las reformas del presidente Peña Nieto son analizadas en esos medios con objetividad, y sobre todo con equilibrio.

El vocero Eduardo Sánchez se ha convertido en el reducto más confiable de la comunicación peñista para dar correcta salida a los casos de coyuntura que los medios tratan de sacarles jugo amarillo, en el mejor de los casos, o de sobredimensionar si lo que quieren es afectar a las políticas presidenciales.

Eduardo Sánchez ha cumplido con sobriedad y eficiencia el cometido, nada fácil, que le encomendaron.

Y en el tema que es el de más repercusión mediática que son los portales de internet y las redes sociales, la figura de Alejandra Lagunes se ha consolidado no como experta en ese ámbito solamente, sino como una de las integrantes del círculo más cercano al presidente en materia de comunicación con mayor influencia en las opiniones que deja en sus mensajes en el ciberespacio o en sus puntuales comentarios en las redes sociales.

Alejandra Lagunes tiene el doble mérito de que su trabajo demanda una gran velocidad de respuesta toda vez que se realiza prácticamente en tiempo real; y lo cumple. Pero además es punto muy a su favor y al servicio del presidente EPN, la sensibilidad que ha demostrado.

Miguel de la Madrid tuvo un vocero discreto en Manuel Alonso.

Carlos Salinas era su propio vocero, aun cuando el trabajo de cabildeo lo realizaron siempre con éxito Otto Granados Roldán y el maestro José Carreño Carlón.

Ernesto Zedillo tuvo cinco comunicadores y ninguno dio pie con bola. El desfile lo inicio el tormentoso Carlos Salomón, quien no duró ni medio  año en el cargo. Le siguieron Carlos Almada, discreto solamente. Luego Fernando Lerdo de Tejada que hizo lo que pudo antes de ser sacrificado como coordinador de la campaña de Alfredo del Mazo cuando éste se quejó de la traición que le hizo Luis Téllez trabajando a favor de Cárdenas.

Concluyó, sin pena ni gloria, un hombre serio, culto y talentoso como Marco Provencio que la verdad no estaba preparado para semejante compromiso.

En cambio el equipo de comunicación peñista, coordinado con inteligencia por Aurelio Nuño, y teniendo respuestas de eficiencia y experiencia tanto de David López como de Eduardo Sánchez, así como la invaluable y oportunísima tarea de Alejandra Lagunes en internet y especialmente en el manejo de las redes sociales, quien, para mi punto de vista en estos temas en los que llevo varios años estudiando repercusiones, innovaciones y efectos, será el factor clave en la batalla por explicar primero, y defender después, como lo hacemos muchos, algo que tiene incontables y variados ángulos por demás merecedores de un razonado apoyo.

Creo que el grupo comunicador peñista, volverá a sentar precedente que el profesionalismo y la verdad, superan a las respetables minorías que montados en el catastrofismo, tratan de que México siga viviendo en el siglo XIX.