Las autoridades federales lograron el martes 15 de julio el rescate de cerca de 500 menores de edad que vivían hacinados en un presunto albergue de recuperación y rehabilitación para personas adictas, en el que a decir de las víctimas y de la Procuraduría General de la República (PGR), eran sometidos a constantes abusos físicos, psicológicos y sexuales por parte de los encargados del establecimiento.

No es la primera ocasión que se conoce un caso en el que los “internos” sean abusados en ese tipo de centros de rehabilitación, incluso en algunas de las llamadas granjas para alcohólicos anónimos se han registrado agresiones que culminan con la muerte del “enfermo”, situación que generalmente queda en la impunidad.

Pero el caso del albergue “La Gran Familia” en Zamora, Michoacán es verdaderamente impactante por el número de personas que se encontraban ahí privadas de su libertad, por los testimonios que ha hecho pública la PGR y porque este sitio y su administradora Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, conocida como “Mamá Rosa”, gozaban de tal prestigio  que recibían financiamiento por parte del gobierno federal, estatal y municipal,  de la Iniciativa Privada, Organismos No Gubernamentales y personajes políticos.

En voz del procurador Jesús Murillo Karam, la dependencia se dijo sorprendida de lo que se descubrió que existía atrás de ese gran prestigio que tenía el albergue, que hacía que se considerara como un lugar altamente confiable para la rehabilitación y recuperación de quienes padecían alguna adicción.

Tras el rescate de las víctimas, sus familiares han hecho público que hasta por 18 meses les era impedido ver a un interno; que para la visita tenían que pagar hasta 5 mil pesos y que además debían ceder ante notario la patria potestad y comprometerse a aportar apoyos para vestido, calzado, alimentos, etcétera.

Ahora se sabe que los rehabilitados vivían hacinados en condiciones de extrema insalubridad y desnutrición, entre más de 20 toneladas de basura y desechos orgánicos; alimentados con alimentos en descomposición; pese a lo cual políticos como Vicente Fox y su esposa Martha Sahagún –originaria de Zamora- han salido en defensa de “Mamá Rosa” a quien consideran una alma generosa que desde los 15 años –hoy tiene 82- se ha dedicado al servicio y hacer el bien.

Durante esos 67 años de labor, “Mamá Rosa” ha residido en diversos lugares, su paso por el estado de Hidalgo se remonda a mediados de la década de los 70, en la que en el gobierno de Jorge Rojo Lugo y siendo Jesús Murillo, primero subprocurador y después secretario de Gobierno, ella se desempeñó como titular del Consejo Tutelar para Menores Infractores, en el que según los periódicos de la época, también se registraban abusos diversos que se le atribuían como responsable del área  a Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, cuyos apellidos coinciden con los de políticos de Huichapan.

Ciertamente a sus 82 años de edad, a “Mamá Rosa” también conocida como “La Jefa” no se le pueden imputar los hechos delictivos y violatorios de derechos humanos que se denuncian existían en “La Gran Familia”, pero si entre los administradores existe algún responsable, debe aplicarse todo el peso de la ley, pero también debe ser motivo para una revisión seria de todos los albergues, grandes y pequeños, que funcionan en el país.

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