La Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó el día de ayer, en lo general, la minuta que crea las nuevas leyes para las industrias eléctrica y geotérmica, y que reforma la Ley de Aguas Nacionales. Este conjunto de leyes secundarias se enmarcan en la Reforma Energética aprobada el año pasado y ya fueron discutidas y avaladas por el senado el pasado 19 de julio.

La energía geotérmica es una energía renovable que aprovecha el calor del subsuelo para climatizar y obtener agua caliente sanitaria de forma ecológica, y es usada  para la creación de energía eléctrica.  Esta energía es de las menos conocidas, pero reviste gran importancia para creación de electricidad.

La mayor parte del territorio mexicano está caracterizado por una gran actividad tectónica y volcánica que ha tenido lugar desde hace varias decenas de millones de años hasta el presente,  lo que ha dejado sistemas hidrotermales, inactivos y activos, que facilitan el desarrollo de la energía geotérmica, así como grandes recursos minerales.  

La Reforma Energética que se aprobó el año pasado establece la apertura a la inversión privada de la explotación de yacimientos geotérmicos para producir y vender electricidad, y establece que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dejará de tener la exclusividad de esa energía  de gran importancia para algunas regiones del país.

La energía geotérmica para la creación de electricidad se inició en México en los años sesenta del siglo pasado, en los que se comenzó a explotar el campo geotérmico de Pathé en el estado de Hidalgo. Desafortunadamente, la falta de permeabilidad del campo determinó que el experimento terminara en un fracaso, a pesar de que se tenía un gradiente geotérmico en el área de aproximadamente 550º C/km. De los 3 500 kilowatts instalados, sólo se pudieron producir 150, por lo cual se clausuró la planta.   

La CFE, también realizó intentos por desarrollar las zonas geotérmicas de los Negritos e Ixtlán de los Hervores en Michoacán. El éxito de los técnicos mexicanos finalmente se alcanzó en el desarrollo de este tipo de energía cuando se descubrió el campo geotérmico de Cerro Prieto en Baja California Norte.      

En la actualidad, México es uno de los países más avanzados en cuanto a la producción de energía geotermoeléctrica. Dos campos, el de Cerro Prieto y el de los Azufres en Michoacán se encuentran ya en etapa de producción, y por lo menos dos más: La Primavera en Jalisco y Los Humeros (Puebla), se encuentran ya muy avanzados en la etapa de evaluación y se espera que dentro de pocos años comiencen también a producir electricidad a partir de fluidos geotérmicos. Existen otros 27 campos en el país donde se han concluido los estudios de factibilidad y en donde se podría generar energía geotérmica.       

El campo geotérmico de Cerro Prieto es uno de los más grandes del mundo, y hasta el momento tiene una capacidad instalada para producir 620 000 kilowatts de energía eléctrica y tiene la capacidad de producir más. Esta planta no sólo satisface las necesidades de energía eléctrica de la población del área fronteriza de Baja California Norte, sino también tiene la capacidad de exportar a Estados Unidos.

La electricidad que cobra la Planta de Cerro Prieto al sector doméstica e industrial del país es 770 por ciento más elevada para los mexicanos que sus tarifas de exportación a los Estados Unidos, según información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la información (IFAI) por el sector empresarial de Baja California y la Universidad Autónoma de ese estado; con esto los consumidores de electricidad en Estados Unidos que satisfacen sus necesidades con esa energía importada desde México son los más subsidiados en sus tarifas por la CFE.

La apertura a la inversión privada de la energía geotérmica, y las modificaciones a la  ley de Aguas Nacionales, abren la posibilidad de que a empresas particulares se les concesione  toda el agua, no solamente las aguas geotérmicas, lo que significa privatizar un recurso natural indispensable para el bienestar de la población en general.

La empresa de energía Grupo Dragón, subsidiaria del grupo Salinas, de Ricardo Salinas Pliego, es de las que más podría aprovechar las concesiones para la creación y comercialización de electricidad a través de energía geotérmica, ya que este corporativo ha invertido antes en desarrollo de la energía geotérmica.

El Grupo Dragón, aprovechando la apertura que dio la reforma energética de diciembre pasado, firmó en enero del presente año un contrato con el gobierno de Jalisco para “autoabastecimiento” de energía eléctrica para varios municipios de ese estado. Este esquema de autoabasto tiene un estimado de ofrecer a los consumidores 276 GWH/año gigawatts hora por año, lo que equivale a iluminar 700 mil hogares en un periodo de cinco años, con un ahorro considerable de 126 millones de pesos. Estas tarifas son aproximadamente 8 por ciento menores de las que tiene la CFE. 

La Ley de Geotermia brindará la posibilidad de enriquecer aún más a empresas privadas como el Grupo Dragón, al incorporar en sus concesiones todos los subproductos que estén en su concesión para poder comercializarlos. Esto incluye agua, gas y minerales, además de que también se verían beneficiadas con los subsidios del gobierno federal al consumo eléctrico que tienen, no solo en lo que se refiere al consumo residencial, que va desde  el 50 por ciento hasta 90 por ciento en zonas marginadas y de población de escasos recursos, sino también el consumo comercial e industrial.