La nota es de La Vanguardia (diario de España, o de Catalunya, para el caso es lo mismo). Dice que “el condado británico de Norfolk reclamó ser el condado de Dios por unas horas. ¿Su argumento? Una fantástica fotografía tomada este martes en la que, con un poco de imaginación, se puede ver en el rostro de un hombre -algunos defienden que es la imagen de Dios- plasmado en el cielo sobre el estuario de The Wash, situado entre Norfolk y Lincolnshire”.

La foto la tomó Jeremy Fletcher, de 56 años de edad. Dijo al Daily Mail: “Me di cuenta de que el rostro que dibujaban las nubes en la imagen se parecía mucho a la de una cara de un hombre con barba. Tomé una serie de fotos con mi teléfono. El comentario obvio es que se parece a Dios, pero también podría ser Sean Connery o Karl Marx”.

Yo no tengo ninguna duda. El rostro aparecido en las nubes británicas es el de Karl Marx, el filósofo que lleno de envidia se asomó para ver el éxito de ventas de un libro de economía con un título parecido a su histórico “El Capital”, sí, el ya muy vendido y comentado “El capital y la desigualdad en el siglo XXI” de Thomas Piketty, que a diferencia del trabajo de Marx no es una obra maestra, pero que se ha puesto de moda gracias al marketing.

El marketing es lo de hoy. Como ni siquiera un economista con aires de estrella de rock como el señor Piketty es tan llamativo para las masas –si él no lo es, menos aún el viejo y olvidado Marx–, entonces para aprovechar la foto del barbudo del cielo lo mejor que pudo hacer la gente de Norfolk fue decir que se apareció en ese lugar el mismísimo Dios, esa lamentable superstición que no deja de estar de moda.