En la película, Star Trek. En la oscuridad, nominada al premio de La Academia de este año en la categoría de efectos especiales, se puede ver cómo en una reunión del máximo órgano de seguridad de la flota estelar, se discute acerca de una situación de urgencia en la que está implicada la búsqueda y localización inmediata de un genocida llamado John Harrison, quien atentó contra una de las bases de la flota en Londres, Inglaterra.

En la mesa redonda, se puede observar cómo cada oficial de la flota estelar está frente a una pantalla inteligente que le arroja datos acerca de la situación que se está discutiendo. De repente, en esas pantallas aparece el momento del ataque, así como la escena en la que se puede observar al atacante junto con muchas personas que en ese momento se encontraban caminando por la zona.

Sobresale que el Capitán James T. Kirk, protagonista de la exitosa saga, hace un acercamiento de la imagen en pantalla, tratando de captar el rostro del agresor; mientras lo hace, se puede ver cómo en la pantalla van apareciendo los datos de todas las personas que están alrededor. Es decir, en la medida en la que el acercamiento va capturando con nitidez el rostro de cualquier persona del lugar, debajo de él, aparecen datos tan básicos como su nombre, entre otros.

Evidentemente, esto es mera ciencia ficción; de hecho a Star Trek se le conoce como la saga de ciencia ficción por excelencia. Sin embargo, el hecho mencionado en esta escena, tiene mucha coincidencia con la realidad de la que quizá seamos testigos en un futuro no muy lejano.

Este fin de semana, el prestigioso diario, The New York Times, publicó una serie de notas en las que citaba documentos oficiales de la Agencia de Seguridad Nacional del gobierno de los Estados Unidos, y en los que se puede corroborar la existencia de un programa de reconocimiento facial que será posible a través de la recolección de cantidades exorbitantes de imágenes de personas en todo el mundo para este fin.

Se asegura, que la NSA se está dando a la tarea de recabar millones de fotos a diario, para subirlas a una base de datos, mediante la que se le estaría dando forma a este programa de reconocimiento facial y espionaje, con el objetivo de usarlo en el nombre de la seguridad nacional.

Lo más llamativo de esta serie de documentos, es que datan del año 2011. Estos archivos clasificados, fueron entregados al diario norteamericano, por Edward Snowden, quien brindaba servicios como analista para la inteligencia de los Estados Unidos y quien ahora radica en Rusia ante el temor de ser capturado por las autoridades de su país por el delito de alta traición a su patria.

Si para 2011 la NSA ya había recolectado millones -o quizá miles de millones- de imágenes en todo el mundo, ¿qué será del número de capturas para este 2014?

Llama también la atención, que estas imágenes se lograron obtener mediante tácticas de espionaje como la intercepción de mensajes de texto y correos electrónicos de millones de usuarios en todo el mundo.

Y si con el aumento de las tecnologías de la información también se usaron medios como las redes sociales para su recolección, estamos entonces, ante un escenario en el que las estrategias de espionaje han evolucionado hasta un punto en el que el derecho a la privacidad ya no tiene ningún sentido.

Si nos toca ser testigos de la implementación de un programa de reconocimiento facial como este, recordemos que, lo vimos primero en Star Trek.

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