"Tierra de maravilla, deja que te cante desde Chocamán con la embriaguez religiosa del maíz fermentado”.  Profr. José Luis Melgarejo Vivanco

En las columnas anteriores he escrito sobre situaciones del acontecer cotidiano, he plasmado ideales, pero este día decidí escribir algo diferente. Quienes me conocen han tenido que escuchar largas y largas horas de mi amor por un rinconcito de Veracruz, una tierra de gran esplendor, de tradiciones y mucha historia, me refiero a mi tierra: Coscomatepec de Bravo.

Hoy quiero compartir con ustedes un poco de ese amor por mi tierra. Coscomatepec significa en el nahuatl “en el Cerro de la Troje”. En la historia prehispánica de México, la zona en las faldas del Citlaltepetl o Pico de Orizaba en lo que hoy es el estado de Veracruz, fungió como uno de los graneros principales para el imperio, donde tras las conquistas de cada pueblo, el tributo que éstos debían pagar a los señores aztecas se depositaba en las vasijas de barro o trojes que eran enviadas a esta zona para su conservación; ya que el clima templado era el propicio para tal efecto.

Coscomatepec, por su privilegiada ubicación, fue uno de los principales puntos para la administración de los caminos en la época colonial, pues las huellas de la niebla que comenzaban desde Veracruz, Huatusco, Coscomatepec, Córdoba y Orizaba era la única ruta para llegar a la Ciudad de México; por lo que en la etapa de la Independencia Nacional jugó un punto clave en la defensa de México. En palabras del general brigadier Don Nicolás Bravo: “Quien controle el sitio de Coscomatepec, controla el abastecimiento del movimiento”; razón que obligó al joven brigadier acudir en defensa y librar la gesta heroica de la ruptura del sitio, haciendo uso de tácticas de engaño y emboscada contra el general español Luis del Águila.

Como bien dice el poema dedicado por el profesor José Luis Melgarejo: “Tierra de maravilla”, pues bañada por el nacimiento del Río Jamapa, custodiado por los cerros y el majestuoso Citlaltepetl, rodeada por campos fértiles donde el maiz, la calabaza, el chile, papa y chayote crecen; así como por sus artesanos que toman la harina y con humo de leña fabrican el pan más sabroso de la región, toman la lana e hilan abrigos, cotones y cobijas; y de la piel elaboran las más grandes obras de arte para la charrería. 

 Tierra de hombres ilustres que a México han dado su amor y conocimiento, como Don Fernando de Jesús Corona y Arpide, creador de los “Códigos Corona” siendo éstos la legislación penal clásica federal, un gran veracruzano como don Honorato Dominguez pensador y liberal revolucionario, o Don Librado Basilio, un educador y forjador de generaciones en Veracruz.

Puedo pasar hablando más y más de mi tierra, de este pequeño poblado en la zona centro de Veracruz, de su influencia y los retos que hoy presenta. Pero lo dejaré para otras emisiones, mientras tanto los invito a visitar Coscomatepec, donde seguro disfrutarán de la paz de la naturaleza y ascenso al Pico de Orizaba; de una caminata por sus calles llenas de historia como lo disfrutó Don Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo o simplemente para tomar inspiración como lo hizo Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri.

 Esto es parte de mi vida, mi rinconcito lleno de paz y que me alienta, porque “Coscomatepec es historia que nos llena de Orgullo”.

 

 

 

@OmarGGar