En el tercer aniversario del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el  poeta Javier Sicilia, sentenció: (Felipe) “Calderón criminalizó a sus víctimas. Este gobierno (Enrique Peña) las quiere borrar. Quiere decirnos que no pasa nada, mientras los muertos se acumulan”. (Reforma, 28 de marzo).

Además, los reclamantes señalaron que es imposible restaurar el tejido social con apoyos gubernamentales, si las reformas económicas y sociales actuales aumentan  la pobreza.

Los informativos, en general, ya no hablan de los descabezados, secuestrados, violentados, agredidos o desaparecidos, porque la censura oficial- ejercida a través de la publicidad- lo impide, aunque los múltiples análisis de organizaciones nacionales y extranjeras señalan que hay una elevación  notoria  en todos los índices criminales.

El especialista Eduardo Guerrero, en su más reciente artículo, titulado “De mal en peor”  (Reformaídem) explica la manera en que ha crecido la violencia en Guerrero, Morelos y el Estado de México. En las dos últimas entidades,  se llevarán a cabo operativos como en Michoacán, donde lejos de resolverse el grave problema, está latente e incluso puede convertirse en un polvorín debido a la ruptura  con las autodefensas.

Eruviel Ávila, que sigue la escuela de Peña Nieto:  mucha publicidad y poca efectividad, ha visto dispararse la violencia en grados alarmantes. Mientras que Graco Ramírez, en Morelos, está considerando el peor  gobernante en los últimos 30 años, ya que el pleito entre cárteles se ha desbordado.

Ambos señores, Eruviel y Graco, cercanísimos al hombre de Los Pinos no obstante que Ramírez es del PRD, hacen encuentros internacionales con especialistas, incluso acerca de la violencia, pero no resuelven nada.

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