Echeverría rompió la regla no escrita del sistema político mexicanos que imponía a los ex presidentes de la república el silencio total en temas políticos y, en ocasiones cuando el caso lo ameritaba, ligada al ostracismo diplomático.

Después José López Portillo continúo rompiendo esa saludable costumbre, y otras más que casi descompusieron totalmente la hasta entonces hierática figura de los ex mandatarios mexicanos.

JOLOPO incluso llegó al extremo de recurrir al capital político de Don Pancho Galindo Ochoa para que firmara como responsable aquel célebre desplegado en donde le reclamaba su deslealtad a Luis Echeverría diciéndole lacónicamente ¿Tú también Luis?.

Miguel de la Madrid fue discreto, de poca visión para las segundas intenciones de los juegos políticos, y en su condición de ex presidente solamente rompió el silencio con una tremebunda declaración. Dijo nada menos que Carlos Salinas se había robado toda la partida presidencial. No volvió a hablar desde esa ocasión. Murió en silencio político.

Como ex presidente Carlos Salinas de Gortari fue un verdadero terremoto.

Empezó con una infantil huelga de hambre en una colonia proletaria de Monterrey de las que medio ayudó con el cosmético programa Solidaridad en protesta porque Zedillo había encarcelado a su hermano Raúl Salinas acusándolo de la autoría intelectual de José Francisco Ruíz Massieu.

Después Carlos Salinas protagonizó episodios declarativos sin ton ni son; escribió voluminosos libros en los que aportó poco y mintió mucho y finalmente “reapareció” en política asesorando a Vicente Fox y su pareja Marta Sahagún.

Finalmente dejó correr la versión de que en realidad era el poder tras el trono en el gobierno de Enrique Peña Nieto y anduvo por varios estados del país recorriendo la legua para “dar línea política” a gobernadores y líderes empresariales de esas latitudes.

Ernesto Zedillo se exilió en Estados Unidos donde inició una carrera empresarial que le ha valido críticas.

Privatizó los ferrocarriles y ahora es miembro de la directiva de las empresas gringas que lo compraron.

Su “sana distancia con el PRI”, ahora se le ha convertido en una expulsión no declarada formalmente, pero que está implícita en el desapego que han tenido para con él los nuevos dirigentes del partido.

Participa en foros como el de Davos y es un activo operador en el seno de la ONU.

Vicente Fox es simplemente impredecible. Como ex presidente ha dicho tantas barbaridades como los que profirió cuando estaba en el poder.

Felipe Calderón trata de adueñarse de la dirigencia nacional del PAN para tener una coraza protectora de la gravísima corrupción que se enseñoreó en todo su gobierno y de la cual tuvo pleno conocimiento.

Ahora al alegre Calderón, no sabemos si en estado happy o normal, le da por mandar consejos vía twitter al gobierno, mismos que nunca aplicó en el suyo, y de filtrar información a medios de comunicación en Estados Unidos para defenderse y atacar al gobierno peñista en el mismo viaje.

De tal manera que los ex presidentes de la república no dejaban de hacerse sentir políticamente hasta que llegó el Chapo Guzmán, y nuevamente desde Almoloya, o el penal del Altiplano, los ha puestos quietos y con sus barbas remojadas.

¿Qué les sabrá El Chapo a los ex presidentes?

O mejor dicho: ¿Qué no les sabrá a los ex?

Porque el narco sinaloense no es un personaje menor. Ha sabido utilizar tecnologías para lavar dinero y para realizar acciones de contraespionaje apoyado en equipos de lo más moderno y sofisticados.

Fox y Creel le dieron puerta al Chapo en Puente Grande.

Pero Calderón y García Luna le ofrecieron protección. Una tarea más riesgosa y compleja. Por lo tanto más cara. Y en ambos casos se presume que esas acciones no fueron realizadas gratis ni con poca paga de por medio.

Carlos Salinas no se salva de la especulación. Algunos de los que fueron colaboradores muy cercanos, tienen antecedentes de haber sido tentados por el poder corruptor del narco-dinero.

A Zedillo hasta el Fifí, Flavio Romero de Velasco, ex gobernador de Jalisco, le metió un gol. Lo hizo involucrando a su padre en presuntas operaciones realizadas por los reyes de la anfetaminas en Colima., el cártel de los Amezcua.

Todos los ex presidente de México que están vivos y en condiciones mentales plenas, de alguna manera o de otra, estuvieron cerca de las operaciones del Chapo y se presume que fueron salpicados generosamente por las cuantiosas ganancias del ahora personaje del momento.

En fin, se ve que la del Chapo es una historia que apenas comienza.

Y como lo han demostrado los hechos, cuando Peña Nieto se va al fondo, lo hace porque sabe que tiene el poder de la información confirmada y no se para en miramientos para hacer cumplir la ley.

Y las señales indican que el presidente no agota su operación limpieza en los casos paradigmáticos de Elba Esther Gordillo, Gastón Azcárraga, Oceanografía, Citi Group y el Chapo Guzmán.

Varios importantes actores empresariales y políticos pueden ser los siguientes objetivos de la operación limpieza.

¡Manos arriba!

EN TIEMPO REAL.

1.- El dirigente del PANAL en el DF, Dip. Jorge Gaviño, está impulsando la cultura de la hidroponía en varias colonias de la capital en inmuebles que son aprovechables para esa actividad. Jorge Gaviño, que además tiene su programa en internet, TuDiputadoTV, tiene en proyecto crear cuando menos 20 huertos de hidroponía cultivando jitomates, lechugas y cebollas no solo para el autoconsumo, sino para la comercialización en pequeño. Por lo pronto busca reunirse con Enrique Jacob, presidente del Instituto mexicanos del Emprendedor para plantearle su proyecto de pequeñas empresas hidropónicas.

2.- En el escabroso caso de Oceanografía seguramente aparecerán apellidos ligados a los Gil Díaz, Bribiesca Sahagún, Luis Ramírez Corso y Ernesto Cordero. Parece que los casos de El Chapo y el de Oceanografía-Citi Group dejarán más muertos y heridos que la influenza y los enfrentamientos entre las autodefensas y Los Caballeros Templarios.

3.- Un sentido pésame al amigo Carlos Ruiz Sacristán por el sensible fallecimiento de su hermano. Le deseamos pronta resignación a ese gran mexicano que es Carlos Ruiz Sacristán.