Carlos Loret de Mola, niño consentido de Bernardo Gómez, mero mero de Televisa, ya se ha anotado dos resonantes “triunfos periodísticos” gracias a la detención de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

El primero, con la ayuda de la marina armada de México, se dio en el programa matutino de la televisora presidida por Emilio Azcárraga Jean, “Primero Noticias”. En este Loret presentó el clásico montaje al que suele recurrir la TV nacional para dar a conocer, y ensuciar, los casos criminales más sonados.

Loret llegó al apartamento en que fue aprehendido el capo no solo protegido por un operativo de las fuerzas armadas mexicanas, sino que, además, los marinos le hicieron el favor de cambiar la escena: la guarida de Guzmán Loera fue manipulada de tal manera que hasta un chaleco antibalas y cargadores para fusil de asalto aparecieron como por arte de magia en el clóset.

El segundo “triunfo periodístico” de Loret de Mola relacionado con El Chapo se ha dado este martes en El Universal, diario en el que dio a conocer las primeras declaraciones del delincuente, las que hizo interrogado por los funcionarios que lo acompañaban en el avión que lo trasladó de Mazatlán al Distrito Federal.

Le filtraron todo a Loret… Todo, sí, lo que ya dijo El Chapo que, por lo que se ve, es más parlanchín que un compadre borracho en la cantina.

1.- Le preguntaron a El Chapo por qué cuando se escapó en Culiacán “no te fuiste pa'la sierra”. Respondió: “Ya me iba a ir pa'l monte, pero no había visto a mis niñas”.

2.- “Quienes lo acompañaron en el vuelo, cuenta Loret, “lo describen tranquilo, carismático, francote, de marcado acento sinaloense, apretando las facciones del rostro para enfatizar sus ademanes con los brazos casi pegados al cuerpo, que no grita ni insulta, pero cuando algo lo incomoda o no quiere contestar con la verdad su lenguaje corporal lo delata: mueve los hombros alternadamente como si fueran remos en lago y se acomoda en la silla”.

3.- Sobre Rafael Caro Quintero contó El Chapo que cuando salió de la cárcel se juntó a comer con él en la sierra. Pero aclaró que Caro no tiene interés en regresar al negocio de la droga pues está enfermo y viejo; y se esconde en la sierra.

4.- A Servando Gómez La Tuta y Los Caballeros Templarios los calificó como “rateros mugrosos”. Y se deslindó: “Yo soy un narcotraficante. Yo no secuestro ni robo ni extorsiono ni nada de eso”.

5.- De Ismael El Mayo Zambada dijo que está en el monte y que Juan José El Azul Esparragoza debe andar en Guadalajara.

6.- Al líder de los Zetas, Heriberto El Lazca Lazcano lo llamó “mi enemigo, pero era un caballero”.

7.- Al Z-40, Miguel Treviño, lo despreció en esa charla en el avión.

8.- Contó que los Beltrán Leyva, “que eran sus operadores, lo quisieron matar cuando se fugó del penal de Puente Grande en 2001”.

9.- Confesó que ha matado a o 2 mil o 3 mil personas.

10.- Admitió que mandó asesinar a Ramón Arellano, pero no al cardenal Posadas. Sobre este caso dijo que fue una confusión: “Yo pensé que los Arellano venían en el Grand Marquis, eso me dijeron mis escoltas”.

11.- Dijo también que Forbes miente ya que él, El Chapo, no es rico.

Es un hecho que El Chapo, en México, solo será show para Televisa, lo que prueban el montaje y las filtraciones a Loret de Mola. Pero…

La revancha del “periodismo independiente” llegará cuando El Chapo sea extraditado a Estados Unidos, donde los fiscales de muchos Estados (Chicago, Texas, Nueva York, Miami, California) ya se andan peleando por tener en sus cárceles al delincuente.

Cuando la “justicia” estadounidense tenga a El Chapo en sus redes lo tratarán según lo acostumbrado, es decir, lo convertirán en testigo protegido a cambio de que el señor Guzmán Loera diga lo que en Estados Unidos quieren escuchar más lo que el propio capo añada de su cosecha.

¿Qué quieren escuchar las autoridades norteamericanas? Nombre, nombres y más nombres de políticos y empresarios mexicanos que han apoyado a El Chapo. Y Guzmán Loera con gusto se los dará, los nombres reales y los que invente ya sea porque así se lo exijan o bien para vengarse o nada más por jugar.

Y ya veremos, en unos años, varias portadas de Proceso con las “revelaciones” de El Chapo ante investigadores, fiscales y jueces de Estados Unidos. Las va a filtrar el gobierno estadounidense, serán muy distintas a todo lo que diga ahora en el Chapotón de Televisa, y el semanario fundado por don Julio Scherer elevará –y qué bueno que vaya a ser así– sus ventas.

Y lo que diga Proceso lo publicitarán sus lectores que participan en las redes sociales y los periodistas que simpatizan con esa revista o que tienen la misma línea editorial, como Carmen Aristegui, Anabel Hernández (de Reforma) y muchos de los que participan en La Jornada.

Si hoy entretienen las filtraciones y los montajes en Televisa, cuando el Chapotón deje la TV y se vaya a las portadas de Proceso, ilustradas con imágenes del capo acompañado de toda clase de políticos, la cosa se va a poner mucho más divertida. Lo vamos a ver.