Desde octubre de 2012, siendo Presidente Electo Enrique Peña Nieto, presentó una iniciativa para la transparencia y combatir la corrupción, a través de los senadores del PRI, y junto con otra en el mismo sentido presentada por el PRD, largamente se procesó durante más de un año, pues el Congreso de la Unión la aprobó a finales de noviembre de 2013. Después de alrededor de un mes pasó el recorrido para su aprobación por la mayoría de las Legislaturas de los Estados y está punto de ser promulgada y publicada.

Como se ha dicho, esta reforma que modifica y adiciona 30 artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es de gran calado, por la transcendencia que implica, como la de convertir al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública  y Protección de Datos Personales (IFAI), en organismo constitucional autónomo y obliga  a los Estados y al Distrito Federal a hacer lo propio con sus respectivos órganos garantes de la transparencia y el acceso a la información pública, convirtiendo al nuevo IFAI en órgano jurisdiccional nacional, para revisar las resoluciones de los institutos de transparencia locales, y sus determinaciones serán definitivas e inatacables, salvo que éstas pongan en riesgo la seguridad nacional, lo que tendrá que demostrar el Consejero Jurídico del Gobierno Federal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Se tendrá que expedir leyes generales en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales y la que determine las bases de organización y funcionamiento del sistema nacional de archivos y reformas en otras leyes relacionadas,  con nuevos sujetos obligados como los partidos políticos de manera directa, fideicomisos y fondos públicos, los sindicatos y cualquier persona física o moral que maneje o utilice recursos públicos o realicen actos de autoridad en el ámbito federal.

Se establecen mayores  garantías y mecanismos para verdaderamente acceder a la información pública y hacer efectivo el principio de máxima publicidad, además de los de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, eficacia, objetividad, profesionalismo y transparencia.

El Pleno del IFAI se compondrá ahora por 7 comisionados nombrados por el Senado de la Republica y el Presidente solo los podrá objetar, pero ya no nombrar como era desde fundación. El organismo garante, como llama la Constitución al IFAI, tendrá un Consejo Consultivo nombrado también por el Senado

El Senado de la República tendrá que ser muy cuidadoso en el proceso de selección de los nuevos comisionados, y además hacerlo de forma muy rápida, y no dejarlo hasta los 90 días que señala el transitorio tercero del Decreto de reformas, pues será el nuevo IFAI el que designará a 2 miembros de la Comisión de 7, que tendrá a su vez, la importante responsabilidad de realizar el proceso para presentar propuestas en quinteta para cada cargo a la Cámara de Diputados, para la designación de los 11 nuevos integrantes del Consejo General del aún nonato Instituto Nacional Electoral (INE), cuya reforma acaba de publicarse el viernes pasado. La instrumentación de la reforma electoral es extraordinariamente urgente, por el inicio de los procesos electorales de 2015.

El nuevo IFAI, como organismo constitucional autónomo, será sujeto activo en materia de controversias y acciones de inconstitucionalidad, lo que denota la enorme importancia y trascendencia que tendrá para el Estado mexicano.

Sin duda que nos encontramos frente a una reforma que viene a abonar en el proceso de construcción de un mejor esquema de rendición de cuentas, la cual es quizá la asignatura más rezagada para la consolidación de nuestra joven democracia y atacar de mejor manera  ese cáncer histórico y endémico que es la corrupción.

Tener mayor acceso a la información pública y organismos autónomos que lo garantice son condiciones necesarias, pero no suficientes para inhibir o reducir la corrupción, hace falta también una sociedad más activa, participativa y demandante, para que los cambios institucionales como el que comentamos se materialicen en resultados concretos.

La corrupción pública y privada, que desafortunadamente abunda en nuestro medio, solo podrá atacarse con la participación amplia y decidida de la sociedad en todas las formas posibles.