21 de diciembre del 2012 fecha en que se pronosticaba el fin del mundo; para los mayas el fin de una época, el fin de un ciclo. El inicio de una nueva era.

Durante la mañana de hoy miles de integrantes del EZLN procedentes de los cinco caracoles zapatistas en los Altos, la selva Lacandona y la zona norte, los pueblos mayas en rebeldía (tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales y mam) y zoques de Chiapas se congregaron en las plazas centrales de Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Palenque, Altamirano y Las Margaritas.

Las plazas que ocuparon el día de hoy los integrantes del EZLN son las mismas que ocuparon aquel 1 de enero de 1994 cuando decidieron declarar la guerra al gobierno mexicano.

Hoy el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional demostró estar mejor organizados que en aquel 1994; con el rostro cubierto, con números en los pasamontañas, miles de indígenas marcharon hacia las plazas públicas donde años antes sostuvieron una guerra desigual, injusta, cruel y sangrienta.

Aquí estamos, fue el mensaje. No nos vamos, decía su silencio.

Es el fin de una era, el fin de las imposiciones, el fin de la pobreza, de la sumisión, de la opresión, de la marginación, es el fin de un ciclo; el fin de todo lo malo, lo bueno, lo regular, es hora de iniciar un nuevo rumbo, un rumbo en donde todos quepamos, el inicio de una era donde todos tengan de todo, no mas sombras, no más miseria. El mundo no se acaba, pero si debe de acabar el pesimismo con el que se vive con el que se convive y con el que se sobrevive.

Aquí estamos y somos más; el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional da un ejemplo de que el pueblo puede estar organizado y ser capaz de hacer olvidar al mundo que el mundo se va acabar, con el tan solo hecho de marchar, de no decir nada, de hacer vibrar la tierra con sus pies. Sobre templetes levantando el puño izquierdo miles de zapatistas marcharon dando su mensaje del EZLN para el mundo: aquí estamos, a la orden, dispuestos y listos para el inicio de este nuevo ciclo, de esta nueva era, no nos hemos ido y no nos vamos a ir; seguimos en pie, con la frente en alto y dispuestos.

Hemos vivido una era de imposiciones, una era de desigualdad, de marginación, de olvido, de violencia, de crimen, una era que tenía que llegar a su fin. Hoy integrantes del las comunidades mayas, bases de apoyo del EZLN, pertenecientes a los pueblos originarios que se autodenominan hombres verdaderos demostraron la disciplina y fuerza que se necesita en una organización; y como en aquel 1 de enero de 1994 nos invitan a luchar por el país que queremos y merecemos.  

 ¡ZAPATA VIVE!   ---    LA LUCHA SIGUE.