Cuando menos en el discurso oficial de EPN se empiezan a notar algunos cambios.

Por sus letras el secretario de gobernación, Osorio Chong, se refirió a los poderes fácticos.

La alusión por supuesto que no tenia solamente como destinatarios a los dueños de los medios de comunicación. Si bien es cierto que en el discurso de la izquierda los poderes Facticos los representan los propietarios de medios electrónicos, radio y televisión, y algunos que ligan medios impresos al espectro ya digitalizado del espectro mencionado, la lectura de los pronunciamientos del nuevo régimen no se agota en ellos.

Poderes fácticos también lo son grandes empresarios, del corte de Carlos Slim hasta llegar a la cúpula millonaria del país de mayor nivel.

Todos los que estén en tesitura de ser monopolistas, concentradores de riqueza, especuladores del mundo de las finanzas como los bolseros y participantes del agio institucionalizado, etc. son en el concepto amplio del peñismo formas de poder fáctico.

Uno de los trece puntos señalados por EPN en su discurso inaugural en Palacio Nacional, anuncia la licitación de dos nuevas señales de televisión abierta.

Y por lo de poderes fácticos señalados como objeto de revisión en el nuevo estado que plantea Peña, es previsible que ni Televisa, ni TV Azteca, pero tampoco Carlos Slim serán los beneficiarios de la medida.

Hay varios poderosos jugadores en el campo de los medios electrónicos que pueden abrir la competencia sin dar más poder a los monopolios que ya lo tienen.

El plazo no es fatal para Peña. Dijo que en los próximos meses se abrirían las licitaciones. Tiene, cuando menos hasta once meses para que no se hable de que ya pasó un año y no existe licitación.

Es potestad del Estado decidir sobre el destino de los intereses nacionales.

Y tal parece que en esa forma jugarán Enrique Peña Nieto y el operador designado para el caso que es Gerardo Ruiz Esparza.