*Además de las faltas de ortografía, numera un municipio más en la entidad de los existentes y creó algunos tales como “Mineral del Chino”y “San Agustín Tlaxcala” 

El Diccionario Escolar Básico que es distribuido dentro de los paquetes de útiles escolares para los niveles de educación primaria en el Estado de Hidalgo contiene información errónea, imprecisa, ambigua e insuficiente, por lo menos en las primeras secciones del mismo. En fin, que fácilmente puede apreciarse que ha sido un documento elaborado al vapor, pues hasta faltas de ortografía tiene.

 

 

Sí, respecto a los útiles escolares existen situaciones mucho más criticables como la compra de los mismos a distribuidoras foráneas mediante licitaciones amañadas o hechizas, la ínfima calidad de los materiales, el desprecio a los mismos por parte de los profesores en las instituciones educativas, una cobertura que en discurso se dice universal pero que casi nunca llega a los sectores más vulnerables y muchas otras cosas más, pero de eso hablaremos en otra oportunidad, no en esta.

Regresando al tema, llama la atención que esta reimpresión es la misma que se distribuyó por vez primera en 2010, es decir, que tuvieron el tiempo suficiente para realizar las correcciones pertinentes a la misma y esta labor nunca se ejecutó. Es inadmisible que un documento de consulta gramatical tal como un diccionario, cuya función primordial es el de ser usado cuando se tengan dudas o desconocimiento acerca del significado de una palabra o la forma en la que esta habrá de emplearse, se encuentre redactado con faltas de ortografía. 

Desde la primera línea redactada en la sección de Introducción pueden apreciarse errores de edición tales como el uso de la palabra “Gobierno” en lugar de “Gobernador” antes de nombrar a José Francisco Olvera Ruíz, además de otros muchos errores fácilmente identificables si el mismo se elaboró en Word. Las líneas de trabajo que se presentan a partir del primer párrafo también cuentan con errores de edición observables por cualquier neófito en la redacción y corrección.


En la Sección de Hombres Ilustres podemos observar la inclusión de personajes cuya trascendencia ha sido más bien limitada así como de otros tantos que no han sido reconocidos: tal es el caso de Granados Chapa quien a pesar de haber sido distinguido con la Medalla Belisario Domínguez y otros tantos reconocimientos, no ha sido merecedor a ser considerado ilustre. 

Al cronista del Estado Juan Manuel Menes Llaguno le cambiaron el nombre por Juan Meneses Llaguano, carece de referencias en la información acerca del origen e historia de la entidad además de que en la parte económica hace afirmaciones carentes de veracidad como aquel que refiere una “amplia presencia de actividad turística” siempre que Hidalgo es la entidad que menos ingresos percibe en ese rubro en el país según la información de Datatur y es la menos competitiva en materia turística según el ITESM.

Hablan de actividad minera actual en Pachuca cuando en la información oficial publicada en INEGI, esta prácticamente ha desaparecido Destinaron también un párrafo para la refinería Bicentenario, hablando de esta como polo de desarrollo estatal –aún y cuando la anterior, ubicada en esa misma zona, no lo fue- así como dándole una localización errónea con un municipio vecino. 

La publicación también cambió el nombre a diversos municipios de la entidad y hasta hubo algunos que compartieron su número. Escribieron “Acasachitlán” por Acaxochitlán; “Actocpan” por Actopan; “Mineral del Chino” por Mineral del Chico; “San Agustín Tlaxcala” por San Agustín Tlaxiaca; “San Tiago de Anaya” por Santiago de Anaya; Santiago Tulantepec aparece en dos ocasiones; Singuilucan comparte su número de identidad con Tulantepec; “Tepejí del Río Ocampo” aparece en lugar de Tepeji del Río de Ocampo…

Incluso encontramos piscifactorías donde en lugar de criar truchas y carpas ¡los piscicultores se creían ellas!

Oraciones repetidas…

El cuerpo del documento, el diccionario en sí, se encuentra inmaculado. Queda claro que esa parte la copiaron íntegramente y sin modificar nada. Habrá muchas propuestas sobre la solución a este asunto menor, sin embargo, la más práctica a efectos de que lo hagan bien es precisamente quitar aquellas hojas que anexaron al libro.