Después de casi 20 años de que se fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1989, la corriente Nueva Izquierda (NI) que encabeza Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete y Guadalupe Acosta Naranjo, principalmente, no habían podido acceder a la dirigencia del partido y a las coordinaciones de los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión.

Pero desde hace poco más de 6 años empezaron a tomar posiciones importantes dentro de la estructura del partido, Carlos Navarrete como Secretario General, Guadalupe Acosta Naranjo, aunque interino, primer Presidente de NI, le siguió Jesús Ortega, después de un sonado litigio jurídico y político contra Alejandro Encinas, y ahora Jesús Zambrano.

El grupo parlamentario perredista en el Senado de la Republica lo coordinó Jesús Ortega y ahora Carlos Navarrete; la Cámara de Diputados ha sido presidida por Ruth Zavaleta (cuando era perredista perteneció a ésta tribu), Jesús Zambrano y Guadalupe Acosta Naranjo.

Como podemos observar, a los chuchos, como también se les conoce a los de NI, les costó tiempo pero de unos años a la fecha han sido el grupo predominante en el partido del sol azteca.

Esto viene a colación por el inminente nombramiento del senador y diputado electo Silvano Aureoles, para coordinar a los representantes perredistas en el palacio legislativo de San Lázaro, y de Miguel Ángel Barbosa en la cámara de senadores. Ambos prominentes miembros de NI.

No ha sido obstáculo para los chuchos las diferencias que han tenido con Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tanto en el proceso electoral de 2006, pero principalmente en el actual de 2011-2012, para mantener y conservar las principales posiciones de poder dentro del perredismo.

Dentro de las múltiples tribus que existen en el PRD, en la actual coyuntura poselectoral, éstas se han concentrado en dos grandes grupos, el que encabeza NI y el que dirige Rene Bejarano y Dolores Padierna, Izquierda Democrática Nacional (IDN), ésta última tendrá el control de la poderosa bancada perredista con mayoría absoluta, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Pero lo que más me llama la atención es que NI haya podido concentrar el liderazgo de los dos grupos parlamentarios en la nueva Legislatura del Congreso de la Unión, además de la dirigencia nacional del partido.

No cabe duda que los chuchos saben de la real politik y lo están demostrando con hechos y logros concretos para su causa, dentro de las posiciones al interior de su organización partidaria; esperemos que también lo hagan hacia afuera, en un momento donde la política debe permear el ambiente y el clima de la transición con alternancia y cambio de partido en el Gobierno Federal.

El país demanda una izquierda moderna, abierta, incluyente, respetuosa de las formas y las instituciones democráticas, que sea una opción de gobierno atractiva y respetable para el grueso y las elites del electorado, y tal vez el PRD de los chuchos lo pueda significar.