Si 1994 fue un año negro en la historia del México moderno, el último mes no podía ser en menor grado y vaya que lo sucedido fue la desgracia económica para miles, millones de mexicanos. Todo por la ambición desmedida de la administración de Carlos Salinas de Gortari (CSG), todavía hoy, pilar fundamental en la constitución del Partido Revolucionario Institucional (PRI). 

Como se comentó en el artículo previo, durante todo 1994 el Gobierno Federal encabezado por CSG, maquilló la economía la inyectar dinero de las reservas internacionales para que no hubiera devaluación y la Bolsa Mexicana de Valores siguiera operando en condiciones positivas. Esto permitió una “estabilidad” económica visible pero no palpable como algo real. 

El asesinato de Colosio debió haber derrumbado la economía pero en un acto previsible, el Gobierno decretó un cierre de las operaciones por dos días, más los del fin de semana que se cruzó. Tiempo suficiente para tranquilizar los mercados del embate por pánico y además crear el plan para inflar la economía, para que esta no cayera al fondo; como irremediablemente tuvo que suceder. 

Además de la incertidumbre creada por el movimiento zapatista, vino otro asesinato que cimbró la clase económica del país y que los llevó al pánico. Cae asesinado José Francisco Ruíz Massieu que era el líder de la Cámara de Diputados, miembro distinguido del PRI pues ya había sido Gobernador de Guerrero. Más golpes para el sistema financiero del país, que en cualquier otro caso hubiera caído en crisis. 

La economía estaba destruida, no solo por el maquillaje sino por la fuga de capitales que después se sabría había sido impresionante y también por la apertura indiscriminada de las fronteras a productos (baratijas) extranjeras que destruyeron el mercado local. Así que la suerte estaba echada la economía iba a tener que tomar su verdadero nivel y no iba a ser gratificante. 

El 1° de diciembre hubo cambio de administración, solo quedaron como nuevos gobernantes militantes del PRI, aunque posteriormente se incluyó a Lozano Gracia del PAN como Procurador General. Hubo casos de personajes impuestos por CSG a Ernesto Zedillo Ponce de León (EZP) como miembros de su gabinete, tal es el caso de Jaime Serra Puche nombrado Secretario de Hacienda y Crédito Público. Que veinte días más tarde será el protagonista principal del “error” de ese mes. 

Así llegó el 20 de diciembre de 1994 cuando la economía descendió para acomodarse en el verdadero lugar que le correspondía. Al haber una importación indiscriminada de productos a precios mucho más bajos que los de aquí, llevaron a la quiebra a grandes sectores de la economía que anteriormente eran pilares como por ejemplo los zapateros y los textileros. No había mercado local, todo se había vuelto importación barata. 

Además, antes el cambio de administración hubo una gran fuga de capitales, asociados a familias pertenecientes al PRI o que al menos simpatizaban con ellos. Esto causó la última mella sobre las reservas internacionales ya desgastadas por el maquillaje a la economía durante todo el año. Ya no había defensa contra el dólar que había estado embistiendo a peso desde principios de año. 

El escenario estaba echado: la devaluación del dólar se dio, en primera instancia de tres a seis pesos, así amaneció el día 20 pero las declaraciones de Serra Puche, antes de que abrieran los mercados financieros provocaron tal especulación que la moneda americana se cotizó hasta en once pesos para establecerse finalmente en diez. Ya el daño estaba hecho, iban a pasar muchos años para que la economía recompusiera el camino. 

Se le llamó el “error” de diciembre porque cuando se le cuestionó a Carlos Salinas de Gortari sobre su participación en la devaluación él contestó: “Fue la nueva administración la que no supo como hacer las cosas, en veinte días se acabaron el país”. Cuando la verdad fue que el equipo de transición de EZP nunca tuvo acceso a toda la información económica sino hasta el 1° de diciembre. Entre priístas también son chacales. 

El problema es que este “error” fabricado durante todo 1994 no solo llevó a la miseria al país sino que generó un efecto llamado “tequila” que dañó las economías de toda América Latina, de Estados Unidos, Canadá y varios países asiáticos con los que ya teníamos negocios. O sea la ambición priísta afectó a un cuarto de los países del mundo sin importarles un comino. 

Para paliar la crisis, la Cámara de Diputados ideó un plan que evidentemente subía los impuestos para la población en general, ahí el IVA pasó de 10% al 15% y en el Impuesto Sobre la Renta, se amplió la base de gravamen hasta los dos salarios mínimos. Cuando esta iniciativa se aprobó por la última legislatura con mayoría del PRI, fue que Roque Villanueva (el líder cameral) hizo su famosa señal de abatir los brazos mostrando como se había cogido a todos los mexicanos. 

También generó uno de los mayores saqueos que ha recibido la nación mexicana: el Fobaproa (Fondo Bancario para la Protección del Ahorro). El “error” de diciembre, trajo una total falta de liquidez en el país, la actividad económica casi se paralizó; ello acarreó una imposibilidad para pagar créditos, tarjetas, hipotecas y un largo etcétera. La gente estaba sin empleo, sin buenos salarios y con deudas hasta el cuello. 

Así surge la cartera vencida que fue la base del Fobaproa, que se hinchó gracias al desfalco indiscriminado no solo de las arcas públicas sino de créditos ilegales ante las instituciones bancarias que nunca se persiguieron judicialmente, al contario se pagó la deuda y asunto cancelado. Impunidad total para quien saqueó el erario de la nación y pérdida de casa, coches, negocios para el grueso de los deudores que no pudieron pagar por la crisis económica. 

Un acto fuera de toda proporción humanitaria porque con la crisis de diciembre de 1994 se elevaron las cifras de pobreza y de pobreza extrema en muchas zonas del país, además de que muchas familias vieron perder su patrimonio en cuestión de días. Eso, ni al PRI ni al Gobierno de Ernesto Zedillo fue de su importancia. Y todo por la ambición de un grupo de 15 a 20 políticos amigos de Carlos Salinas de Gortari que tramaron todo desde las oficinas de Ernesto Zedillo Ponce de León. 

Este es el viejo (nuevo) Partido Revolucionario Institucional. 

Te puede interesar:

Historias Macabras del PRI: 1985. http://bit.ly/PWDhyL

Historias Macabras del PRI: 1994. http://bit.ly/NDBfnO