Últimamente se ha debatido de la virulencia que ocurre en las redes sociales, particularmente en twitter. Desde luego es cierto, conforme ha transcurrido la campaña presidencial el grado de polarización ha crecido de intensidad. Primero los motivos obvios: Es más fácil insultar atrás de una computadora y de manera anónima, que hacerlo de manera personal y cara a cara.

 

Pero ahí no acaba, investigadores del Center for Complex Networks and Systems Research de la escuela de informática y computación de Indiana University, tomaron 250,000 tweets de más de 45,000 usuarios en las elecciones de medio término del 2010 en Estados Unidos. (goo.gl/lCxDS)

 

La preocupación es que cuando los individuos políticamente activos pueden evitar a la gente y la información que no se han elegido de antemano, sus opiniones pueden llegar a ser cada vez más extremas, como resultado de estar expuesto a puntos de vista más homogéneos y en cambio pocas opiniones creíbles opuestas. Una democracia deliberativa se basa en un público ampliamente informado y un ecosistema sano donde las ideas compiten entre sí. En cambio si los individuos están expuestos exclusivamente a personas o hechos que refuerzan sus creencias preexistentes, la democracia sufre (Sunstein 2002, 2007). Es decir, los usuarios en twitter, sobre todo aquellos interesados en política, suelen elegir seguir a otros usuarios con su misma ideología, lo que a su vez refuerza su posición, ya sea de izquierda o de derecha.

 

Esta evidente polarización en el mundo virtual, no lo veo aún reflejado en la calle, en el día a día. Las expresiones Anti Peña Nieto son perfectamente normales en la civilidad democrática, ¿que se dan excesos?, claro que se dan, lo mismo que se recurre a descalificaciones baratas, pero esto es parte del juego de las campañas políticas. No es deseable, desde luego que no lo es, pero un mundo de campañas políticas prístinas solo ocurre en la imaginación de algunos.

 

No nos asustemos pues con un twitter algo desbocado, que incluye mentadas de madre, bots, y tweets pagados, es un precio relativamente barato comparado con las posibilidades reales de entendimiento y diseminación de ideas.

 

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